A Isabel Díaz Ayuso tuvo que inventarla esa parte de España que está llena de españoles que solamente quieren divertirse a costa de lo que sea, a costa de quienes sean, a costa de esa parte de españoles que no saben o no contestan o saben y contestan demasiado.
Isabel Díaz Ayuso no está donde está
por méritos propios, sino por la dejadez de ese dios del que se valen quienes
la entronizan en el cielo de los tiburones y que nunca sabe si defender a los
poderosos o ayudar a los menesterosos y al final siempre se decanta por los que
nada tienen que reprocharle.
O, como dice mi amigo Salva Lorenzo:
“Un porcentaje nada desdeñable de la población madrileña se mueve por un instinto nacional centrista, si se me permite la expresión, una especie de separatismo a la inversa; un nulo conocimiento histórico y una forma de votar puramente sentimental, desdeñando cualquier hecho o responsabilidad de gestión. El éxito que parece tener esta forma de hacer política en el resto del país aventura una evolución de la ciudadanía muy poco prometedora. Una visión cainita, de desprecio y de un individualismo atroz”.
Madrid es una comunidad abierta, alegre, española, libre, temerosa de dios, defensora de la tradicion, con toros en la TV, welcome tourists / not-welcome refugees y que sale constantemente de cañas en sus calles repletas hasta las cinco de la mañana. Isabel es su sensato paladín que se bate el cobre contra agoreros y deslenguados que injustificadamente la acusan de no saber ni de lo que habla, de enardecer a sus huestes con estupideces y discursos vacios, de haber creado un ambiente politico irrespirable y de un cierto y seguro que menor favoritismo hacia el dinero que la mantiene ahi. Por favor, las cosas que hay que oir ....
ResponderEliminar¿Esa bobada quién la dice?
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