Una serie magistral: Querer

La serie española de televisión Querer, estrenada en 2024, es una auténtica obra maestra excepcionalmente escrita, magníficamente dirigida y majestuosamente interpretada. Excepcional, magnífica y majestuosa. Impecable, puro cine seccionado en cuatro brillantes episodios para un total de casi cuatro horas medidísimas, cabales. Perfectas.

No es de extrañar que el crítico cinematográfico Nando Salvá escribiera en El Periódico que son cuatro episodios “apabullantes, demoledores, que transitan entre géneros, del drama familiar a la intriga judicial pasando por el thriller psicológico”.

Creada y escrita por Alauda Ruiz de Azúa, Júlia de Paz y Eduard Sola y dirigida por la primera, Querer (fotografiada espléndidamente por Sergi Gallardo) muestra un elenco actoral que raya a un nivel estratosférico, repleto de verdad, alma y existencia física, encabezado por Nagore Aranburu y completado principalmente por los también virtuosos Pedro Casablanc y Miguel Bernardeau, así como por Iván Pellicer, Loreto Mauleón, Natalia Huarte y Miguel Garcés.

Este drama familiar que ahonda en la terrible realidad de los abusos sexuales y la violencia de género nos planta como espectadores ante una escabrosa situación de la que iremos lentamente y con cierta pesadumbre asumida sabiendo y conociendo eso tan parecido a la certeza que a menudo llamamos verdad.

No es de extrañar que en FilmAffinity sea considerada la novena mejor serie de 2024.

Si Luis Martínez dijo en El Mundo de Querer que es una monumental y “deslumbrante serie que radiografía el maltrato dentro de la pareja (...) una producción modélica que, desde ya, es uno de los milagros del año (...) Alauda Ruiz de Azúa se confirma como una de las cineastas de referencia de su generación”; Pepa Blanes consideró en la SER que es “un formidable estudio del consentimiento dentro del matrimonio con una gran Nagore Aranburu (...): sutileza sería el adjetivo que mejor describe la puesta en escena y la narración (...) una serie que busca el realismo y la austeridad a cada paso”.

Ruiz de Azúa consigue no imponerse a lo que nos cuenta, como le leo a Enric Albero en El Cultural, logrando así una serie que “evita toda épica y ser maniquea”, tal y como opina Javier Zurro en eldiario.es.

No deberías perdértela.