El glorioso camino de John Mellencamp (y la canción A life full of rain)
Uno de los primeros elepés de este año 2022 que he escuchado es el que hace el número 26 en la impresionante carrera del músico estadounidense John Mellencamp, el titulado Strictly a One-Eyed Jack. A John, nacido en 1951 en la ciudad de Seymour, perteneciente al condado de Jackson, en el estado de Indiana, yo le conocí cuando su nombre artístico era John Cougar. Sin el Mellencamp. Sus primeros discos los grabó bajo el nombre de Johnny Cougar, entre 1976 y 1978. Fue John Cougar desde 1979 hasta 1983. Luego, John Cougar Mellencamp (1983-1985) y a partir de su noveno álbum, ya en 1987, se hizo llamar John Mellencamp. John Mellencamp, que toca las guitarras en sus discos, especialmente la acústica, compone prácticamente todas sus canciones. También pinta y dirige películas (la desapercibidísima de 1992 Cuando el amor se acaba, cuyo título original es Falling from Grace, la cual protagonizó, él era el cantante country, junto a Mariel Hemingway).
Algunos de sus discos los compré en su momento, y creo que podría destacar muchos de ellos. Por ejemplo: Uh-huh, de 1983, que se abría con aquel trío fabuloso de canciones, Crumblin' down, Pink houses y Authority song; el elepé de 1985, Scarecrow (con aquellas maravillosas Rain on the scarecrow, Small town y R.O.C.K. in the U.S.A., entre tantas otras); Whenever we wanted, de 1991; Human wheels, de 1993; o los más recientes Freedom’s Road (2007), Life, death, love and freedom (2008), No better than this (2010), Plain spoken (2014), Sad clown and hillbillies (2017) y Other people's stuff (2018). De hecho, cuando elaboré una lista de los mejores álbumes que he escuchado en la década anterior (2011-2020) incluí entre ellos Plain spoken.
Strictly a One-Eyed Jack es un disco excelente,
máxime si tenemos en cuenta que es el disco de un músico ya de 70 años, una
edad en la que muy pocos siguen componiendo e interpretando cosas nuevas
memorables. De hecho, en la coda final de mi libro La música (pop) y
nosotros (Sílex ediciones, 2021), escribí a este respecto lo siguiente:
Si descontamos a
The Waterboys, a Prince y a John Mellencamp, habrás podido notar que ninguno de
los grandes músicos del siglo XX ha grabado un disco que compita con los
mejores de los últimos años. Pareciera como si un artista clásico no pudiera
grabar eternamente grandes elepés. Su eternidad comenzó hace ya demasiado
tiempo. Ahora es la edad de los que continuaron su camino. Su glorioso camino.
En Strictly a One-Eyed Jack (cuya cubierta es un retrato del intérprete hecho por su hijo Speck), Mellencamp graba por primera vez con otro grande, otro enorme creador de rock estadounidense, Bruce Springsteen. “Durante toda mi carrera siempre fui como el Bruce Springsteen del hombre pobre”, dijo en alguna ocasión Mellencamp. Ambos tocan en tres canciones, en dos de ellas cantando juntos. (Una de esas tres canciones, Did you say such a thing, a decir de algunos —Tim Sommer—, sería un plagio descarado e incomprensiblemente pasado por alto de una de Van Hallen titulada Finish what ya started, que fue cara A de un single y se incluyó en su elepé de 1988 OU812.) En la maravillosa A life full of rain, Springsteen sólo toca la guitarra. Y de esa es de la que yo quería decir algo. Pero me he liado.
A life full of rain
Coming down on my shoulders
A life full of rain
Here in a room where no one
cares
I'm not wanted here
I got no place to go
I've found all is empty
In a life full of rain
Your sky is never clear
And you can hear that thunder
You know that means trouble
The kind of trouble that
won't disappear
So you ask for forgiveness
You know there's none coming
A life full of rain
And the forecast is severe
The gravel roads
That lie stretched out before
you
They are the roads that
you've gone down before
And goddamn it, you didn't
ask
You didn't ask to come here
So you curse your own mother
For the day that you were
born
It's all been a trick
A little sleight of hand
Like the clown in the circus
Who tells a story but no one
understands
So you disappear into the
solitude
And you go into the shadows
Of a life full of rain
With no dry spot to stand
There's a blue-eyed world
That said it once loved you
But that was in your youth
Such a long, long time ago
As the days went by
With your pride walking
beside you
Pride you could not swallow
And refused to let go
So here you are
Stuck in a world of your own
ego
A world where there's no
rumors
Of other lost souls
Who've turned into ghosts
And float sadly through the
evening
And you thought you were
exempt
From a life full of rain
A life full of rain
That's coming down on your
shoulders
John Mellencamp
“Una vida llena
de lluvia cayendo sobre mis hombros. Una vida llena de lluvia aquí en una
habitación donde a nadie le importo: no me quieren aquí, no tengo adónde ir; he
encontrado que todo está vacío.
En una vida llena
de lluvia, tu cielo nunca está despejado y puedes escuchar ese trueno, sabes
que significa problemas, el tipo de problemas que no desaparecerán… Así que
pides perdón, sabes que no vendrá nadie.
Una vida llena de
lluvia con un pronóstico severo: los caminos de grava que se extienden ante ti
son los caminos por los que has pasado antes y, ¡maldita sea!, no pediste venir
aquí, así que maldices a tu propia madre por el día en que naciste.
Todo ha sido un
truco, un pequeño juego de manos, como el payaso en el circo que cuenta una
historia que nadie entiende; así que desapareces en la soledad y te adentras en
las sombras se una vida llena de lluvia sin un lugar seco donde pararte.
Hay un mundo de
ojos azules que una vez dijo que te amaba, pero eso fue en tu juventud, hace
mucho, mucho tiempo.
A medida que
pasaban los días, con tu orgullo caminando junto a ti, un orgullo que no podías
tragar y te negabas a dejarlo ir: así que aquí estás, atrapado en el mundo de
tu propio ego, un mundo donde no hay rumores de otras almas perdidas que se han
convertido en fantasmas y flotan tristemente a través de la noche.
Y pensaste que
estabas exento de una vida llena de lluvia, una vida llena de lluvia que cae
sobre tus hombros”.
A life full of rain es una canción firme, de contundente presencia, una canción que evidencia demasiada derrota y desazón como para no temblar mientras uno la escucha abrumado por esa belleza roquera que pareciera tener ya siglos encima, toda la sabiduría del arte aposentado sobre le piel humana. Mellencamp construye una de esas pequeñas obras maestras. Y Springsteen le acompaña. Mellencamp y Springsteen, el rock de siempre que se resiste a desaparecer como si hubiera sido un bello y tortuoso sueño generacional.
A John Mellencamp (a Bruce, varios) le escribí yo este poema:
John Mellencamp, a quien yo escribiera hace
pocos años un poema, este:
retumba en mí el rocanrol poderoso de John
Mellencamp
su batir de olas en la escollera de mi
espíritu solícito
y siento agigantarse la ambición de estar vivo
y ser latido de fiera
necesito un espacio donde romper vientos y
aturdir mis miedos
necesito un despliegue de horas para agotar el
impulso que me tiene en vilo
para sostenerme en ese lugar del aire desde el
que se mezcla la música con el universo
retumba en mí el destello eléctrico de sus
canciones ahora mismo
en este preciso instante solemne hecho de
palos y de piedras
hecho de la noche de los tiempos del rocanrol
de cuando los seres humanos estaban a punto de
serlo
Gracias, John. Gracias.
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