El año de la fundación de la SEAT, del comienzo de la
aceptación de la España de Franco en los organismos de la ONU, el año del
estreno de la película Agustina de Aragón, el año del gol de Zarra
en Maracaná… 1950.
El día 9 de mayo, el Instituto Nacional de Industria (INI) funda la empresa Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT), creada con un capital inicial de 600 millones de pesetas (el 51 % de las acciones le correspondía al INI, no olvidemos que la autarquía aún estaba presente; el 42 % a bancos españoles y el 7% a la principal empresa automovilística de Italia: Fiat) para fabricar bajo licencia y con el debido asesoramiento tecnológico los automóviles Fiat.
En el verano de aquel año, el 28 de julio, se produce la constitución
oficial de la Empresa Nacional Siderúrgica, Sociedad Anónima (ENSIDESA),
en la margen derecha de la ría de Avilés. El 15 de junio un decreto del
Gobierno había encomendado al INI la creación de un centro siderúrgico de
interés general con la enorme capacidad de hasta seiscientas mil toneladas de
productos terminados.
Dos meses después, el día 25 de septiembre, el dictador
español Francisco Franco se entrevista con su homólogo portugués, el
dictador António de Oliveira Salazar, con quien se da cita en Galicia
durante tres días (el día 27 ambos efectúan una visita oficial a las ciudades
portuguesas de Oporto, Braga y Guimarães; una de las escasísimas veces en que
Franco saldrá de España).
Y el final del cerco
internacional parece próximo cuando el 4 de noviembre la ONU deroga
las medidas de bloqueo contra el régimen de Franco, relativas a la
recomendación a los estados miembros de no enviar embajadores a España, y
acepta su entrada en los organismos internacionales dependientes de la
organización, algo que empieza a suceder ya seis días después, cuando España
ingresa en el primero vinculado a aquella entidad internacional, la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El 19 de octubre de ese año, 1950, Franco inicia una visita
de dos días a lo que desde 1958 será la provincia española del Sahara
Español, en el noroeste de África.
[...]
En mayo de
1950, la Copa del Generalísimo de fútbol fue ganada por el Atlético de
Bilbao (4-1 frente al Real Valladolid), que sumaba así su 17º título de
Copa. El otro torneo futbolístico español destacado de aquellos tiempos era la Copa
Eva Duarte, que, en 1949-1950, se disputó por cuarta ocasión. La Copa Eva
Duarte (así llamada en honor de la esposa del dictador argentino Juan Domingo
Perón, Eva Duarte, uno de los pocos asideros internacionales del régimen
franquista), que enfrentó entre 1946 y 1953 a los más recientes campeones de la
Primera División de España y de la Copa del Generalísimo, es la precursora
oficial de la Supercopa de España de fútbol. El Atlético de Madrid, campeón de
la Primera División de España, y el Atlético de Bilbao (así llamado
oficialmente por ley desde 1940, perdiendo hasta 1972 su denominación original,
tan extranjera a ojos del régimen de Franco: Athletic Club), que había
conquistado la Copa del Rey, jugaron el 12 de octubre de aquel 1950, pero, tras
finalizar con empate a 5 goles, el partido hubo de volverse a disputar el
2 de noviembre, y ya sí entonces el club bilbaíno venció por 2 a 0 con tantos
del legendario Telmo Zarra, cuyo gol más memorable fue quizás el
que obtuvo ante Inglaterra luciendo la camiseta de la Selección española en la Copa
Mundial de Fútbol de aquel año 1950 celebrada en Brasil (la edición del Maracanazo),
aquel que permitió a España llegar a las semifinales para acabar entre las
cuatro primeras selecciones del mundo por vez primera. El gol de Zarra
por antonomasia fue marcado el 2 de julio.
[...]
A comienzos de aquel año 50 del
siglo pasado, el día 7 del mes de enero, fallecía en su exilio bonaerense el
escritor y político republicano y galleguista Alfonso Daniel Manuel Rodríguez
Castelao, más conocido como Castelao, sin más: quizás el máximo
exponente intelectual, artístico, vital, de la Galicia contemporánea ¿actual?
Mamboooo. Dos canciones de
1950: el cubano Antonio Machín (y su Conjunto), afincado y casado en
España, grababa un disco de éxito, en la cara A de aquel 78 rpm el bolero Amor,
no me quieras tanto y en la B el mambo Una miradita, nada más;
y, hablando de mambo, Pérez Prado y su Orquesta habían grabado en diciembre del año anterior un sencillo
también en 78 rpm que contenía las canciones Qué rico el mambo (Mambo Jambo)
y su mundialmente bailado, escuchado, amado Mambo número 5, un
disco de éxito en la España de 1950. (Pérez Prado y su Orquesta era la big
band del cubano Dámaso Pérez Prado.)
[...]
Este texto pertenece a mi artículo ‘Hace setenta años.
España, 1950’, publicado el 9 de agosto de 2020 en Aquí Madrid,
que puedes leer completo EN ESTE ENLACE.
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