Sunday, bloody Sunday, de U2; LA CANCIÓN DEL MES


Los primeros discos de los irlandeses U2, sus primeras canciones, incluidas las de su último disco magnífico, Achtung baby, de 1991, vienen siendo maravillosas para mí desde que comencé a escucharles con su segundo elepé, October, de 1981. Sunday, bloody Sunday es otra (pero no otra más) impresionante canción suya.
Duración: menos de cinco minutos, 18 segundos menos. Grabación en Windmill Lane Studios, en Dublín. Discográfica: Island Records. The Edge y Bono componen. Bono además, como (casi) siempre, canta, The Edge toca la guitarra, los teclados y ayuda con la voz, Adam Clayton toca el bajo y Larry Mullen Jr. la batería. También suena el violín de uno de los miembros habituales de The Waterboys, Steve Wickham. Producción de Steve Lillywite. Publicada como sencillo el 11 de marzo de 1983: once años después de los graves sucesos que cuenta. Incluida en el disco de larga duración War, de ese mismo año. Sunday, bloody Sunday. ‘Domingo, sangriento domingo’ es una canción protagonizada por un hecho luctuoso que tiene (mucho) que ver con el llamado conflicto norirlandés.


Luis Antonio Sierra ofrece en su libro digital para Punto de Vista Editores titulado Irlanda del Norte. Historia del conflicto un análisis descriptivo y pormenorizado de las causas que desangraron Irlanda del Norte durante el último tercio del siglo XX, pero también del desarrollo del propio conflicto y los pasos que se fueron dando hasta hace un par de años para normalizar la vida en esta región desde que se firmara el Acuerdo de Viernes Santo en abril de 1998.
El capítulo XI de la obra de Sierra lleva por título El Domingo Sangriento (Bloody Sunday)’ y es una muestra magnífica de la utilidad de la Historia que me sirve para explicarte qué cuenta la soberbia canción de U2.
Leámoslo…

“En esos días yo era un chaval y simplemente salía a lanzar piedras contra la policía todas las tardes después del colegio. Solo lo hacíamos por diversión, realmente no significaba verse envuelto en disturbios. Todo acabó con el Domingo Sangriento cuando tenía unos 13 años.”
Estas palabras del ex miembro del IRA Hugh McMonagle son un claro ejemplo de lo que significó ese domingo 30 de enero de 1972 para el futuro de Irlanda del Norte. La marcha contra del internamiento preparada para ese día en Derry por las organizaciones de derechos civiles comenzó hacia las dos de la tarde en el barrio nacionalista de Creggan para dirigirse hacia el ayuntamiento de la ciudad cruzando previamente el barrio del Bogside. Llegar al ayuntamiento significaba romper las barricadas que separaban la zona controlada por el IRA (no-go) –donde el ejército no entraba– del centro de la ciudad donde se encuentra el edificio del consistorio y donde los soldados británicos estaban atrincherados. La manifestación, que contó con unos 20.000 participantes según los organizadores, comenzó con un ambiente festivo a pesar de estar prohibida y de que en meses anteriores muchas de las protestas contra el internamiento hubiesen acabado en violentos incidentes. Obviamente, muchos miembros del IRA se encontraban en la marcha, pero no en representación de la organización republicana, sino como ciudadanos pertenecientes a la comunidad ya que habían recibido órdenes de sus mandos conminándolos a no entrar en acción.
Cuando los manifestantes llegaron a la línea de contención que separaba el centro de la ciudad de las no-go áreas del Bogside y Creggan, dieron la vuelta y volvieron al barrio del Bogside. Pero no todos lo hicieron, los más exaltados permanecieron frente a las barricadas del ejército y comenzaron a lanzar piedras contra los soldados a pesar de los esfuerzos de algunos manifestantes por contenerlos. Esta fue la excusa perfecta para que el Primer Batallón del Regimiento de Paracaidistas, enviado desde Belfast en previsión de altercados y comandado por el teniente coronel Derek Wilford, atravesase la línea de contención. Aunque lo que se pretendía era dispersar a los manifestantes, nunca ampliar la operación hasta el centro del Bogside, eso fue precisamente lo que sucedió. Los paracaidistas llegaron a bordo de tanquetas al corazón del Bogside desde donde comenzaron a disparar contra los manifestantes que huían a toda prisa.
Más de cuarenta años después de lo sucedido ese día, es imposible decir con certeza si hubo miembros del IRA armados que abrieron fuego antes o después de que lo hiciesen los paracaidistas. Si se realizaron esos disparos, estos provinieron de miembros del IRA Oficial y no de los Provisionales. Ambas organizaciones habían llevado sus armas al barrio de Creggan para almacenarlas. Sin embargo, parece que algunos Oficiales dejaron unas pocas armas en el Bogside bien por accidente o premeditadamente, aunque no se sabe si con permiso o no de sus superiores. Algunos miembros del IRA Oficial dijeron posteriormente que las órdenes fueron alteradas para permitir el uso de las armas sólo en defensa propia.
Durante la media hora que siguió a la orden del teniente coronel Wilford, los paracaidistas mataron a trece civiles e hirieron a otros catorce. En su defensa alegaron que estaban siendo atacados por francotiradores, aunque muchos testigos presenciales afirmaron que ninguno de los muertos o heridos estaba armado o actuaba contra el ejército. Existen también otras versiones, como la que mantienen los miembros del Pat Finucane Center, que dan una vuelta de tuerca a la versión oficial de los hechos. Esta organización de derechos civiles debe su nombre al abogado católico Pat Finucane, asesinado por el ejército británico en Belfast. La labor que realiza el centro está encaminada básicamente a que el Estado británico se responsabilice de sus actos violentos para reparar los daños que ha cometido fundamentalmente sobre la población católica. Además, se ha implicado muy seriamente en las campañas de reforma de la policía del Ulster (RUC), en conflictos causados por las marchas protestantes o en colaborar en cualquier investigación sobre el que dio en llamarse Domingo Sangriento.
El tipo de opiniones recogidas por el Pat Finucane Center no son gratuitas, sino que están basadas en testimonios de testigos e informes que se realizaron posteriormente. Para entender la actitud del ejército conviene tener en cuenta las palabras de Paul O’Connor, colaborador de dicho centro:
“Hubo gente que fue avisada sobre lo poco conveniente que era acudir a la manifestación. A muchas enfermeras que trabajaban en el hospital y que salían con soldados británicos se les dijo: ‘No vayáis a la marcha’... Así que estaba claro que el Gobierno estaba decidido a reprimirla. Lo que yo creo que sucedió fue lo siguiente: en esos días todo este área (Bogside y Creggan) era una zona no-go (zonas controladas por el IRA donde el ejército no se atrevía a entrar). Era casi una República del Derry libre, con una población de unos 30.000 habitantes. Por lo tanto, tenías una gran zona de una ciudad de Europa Occidental a principios de los 70 que durante un tiempo considerable, unos 9 meses, estuvo completamente fuera del control del estado. Este hecho desconcertaba y enfurecía tanto al Gobierno como al ejército británico ya que muchos periodistas extranjeros venían por aquí muy a menudo. Necesitaban hacer algo al respecto. El poder conservador británico demandaba que se tomaran medidas... La estrategia militar puesta en práctica fue la de la lucha anti-guerrillera que suponía llegar, meterse en zona prohibida, disparar sobre cierto número de personas y esperar que el IRA saliese a luchar. Así, el mejor regimiento del ejército británico podría destruir al IRA en Derry... El IRA había decidido previamente no verse envuelto en enfrentamientos con el ejército porque esa no era una estrategia propia de la guerra de guerrillas... y, de hecho, el movimiento de derechos civiles había exigido al IRA que se mantuviese al margen de la manifestación. Debe ser recordado que hubiera sido un suicidio para el IRA poner en peligro a los participantes en la marcha ya que estos eran su propia gente, sus hermanos y hermanas, padres, amigos...”

Tras el Domingo Sangriento, el Gobierno británico abrió una investigación para aclarar los hechos dirigida por el juez Lord Widgery, quien hizo públicas sus conclusiones el 18 de abril de ese mismo año 72. Unas conclusiones que únicamente consiguieron intensificar el odio y el resentimiento de la comunidad católica ya que afirmaban que, aunque la mayoría de los muertos no estaban armados, cinco de ellos sí lo estaban. Además, exculpó a los paracaidistas que entraron en acción por considerar que las muertes ocurrieron de manera “probablemente accidental” o como resultado de “errores legítimos”. Los sucesivos gobiernos británicos se negaron a pedir perdón o hacer más pesquisas hasta que, en enero de 1998, el laborista Tony Blair prometió llevar a cabo una nueva investigación que se puso en marcha en septiembre de ese año y de la que hablaremos en capítulos posteriores.
La masacre del Domingo Sangriento provocó una violenta respuesta tanto de los Provisionales como de los Oficiales del IRA. John Hume, líder del SDLP, y el Gobierno de la República de Irlanda declararon que la única solución para el problema del Ulster pasaba por la unificación de la isla. Pero, sin duda, una de las reacciones más serias vino de Estados Unidos, con la creación de un comité de apoyo permanente a las actividades de los Provisionales. La intervención directa del Gobierno británico se veía ahora como algo inevitable y así, en marzo de 1972, ante la pérdida de apoyos políticos de Brian Faulkner y su incapacidad para resolver la crisis, Londres suspendió las actividades del Gobierno y del Parlamento norirlandés y se hizo cargo de la gobernabilidad de la región. A partir de ese momento, Westminster y el número 10 de Downing Street serían los únicos responsables de la gobernabilidad de la región.
Pero históricamente, quizá el impacto más importante del Domingo Sangriento fue el efecto que tuvo sobre aquella generación de jóvenes de Derry, muchos de los cuales participaron en la manifestación de aquel día. Un número importante de ellos, como Hugh McMonagle, se incorporaron a las filas del IRA Provisional, deseosos de vengar las muertes de sus vecinos. Si alguno de ellos no se había atrevido a hacerlo antes era porque sentían cierto desasosiego moral por la comisión de atentados y asesinatos. El Domingo Sangriento hizo desaparecer estas reticencias. Ese acontecimiento proporcionó al IRA Provisional el estímulo más importante de toda su historia.


Y la letra:

Yes...
I can't believe the news today
Oh, I can't close my eyes
And make it go away

How long...
How long must we sing this song?
How long? How long...

Because tonight
we can be as one
Tonight...
Broken bottles under children's feet
Bodies strewn across the dead end street
But I won't heed the battle call
It puts my back up
Puts my back up against the wall

Sunday, bloody Sunday
-bis x 2-

And the battle's just begun
There's many lost, but tell me who has won
The trench is dug within our hearts
And mothers, children, brothers, sisters
Torn apart.

Sunday, bloody Sunday
Sunday, bloody Sunday
How long...
How long must we sing this song?
How long? How long...

Because tonight...
we can be as one
Tonight...tonight...
Sunday, bloody Sunday
Sunday, bloody Sunday

Wipe the tears from your eyes
Wipe your tears away
Oh, wipe your tears away
Oh, wipe your tears away
-Sunday, bloody Sunday-
Oh, wipe your blood shot eyes
-Sunday, bloody Sunday-
Sunday, bloody Sunday -Sunday, bloody Sunday-
-bis-

And it's true we are immune
When fact is fiction and TV reality
And today the millions cry
We eat and drink while tomorrow they die
-Sunday, bloody Sunday-
The real battle just begun
To claim the victory Jesus won
On...
Sunday bloody Sunday
Sunday bloody Sunday...


[en español]
Sí...
No puedo creer lo que dicen hoy las noticias,
Oh, no puedo cerrar los ojos
y hacer que desaparezca.

¿Cuánto tiempo,
¿cuánto tiempo debemos cantar esta canción?
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto...?

Porque esta noche
podemos ser uno solo.
Esta noche...
Botellas rotas bajo pies de niños,
cuerpos esparcidos en un callejón sin salida.
Pero no voy a atender la llamada a las armas,
me anima a hacerlo,
me pone contra la pared.

Domingo, sangriento domingo.
(bis x 2)

Y la batalla acaba de empezar.
Hay muchas pérdidas, ¿pero dime, quién ha ganado?
La trinchera está excavada en nuestros corazones.
Y madres, hijos, hermanos, hermanas,
como un papel hecho jirones.

Domingo, sangriento domingo.
Domingo, sangriento domingo.
Cuánto tiempo
¿cuánto tiempo debemos cantar esta canción?
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto...?

Porque esta noche,
podemos ser uno solo,
esta noche... esta noche...
Domingo, sangriento domingo.
Domingo, sangriento domingo.

Limpia las lágrimas de tus ojos,
límpiate las lágrimas.
Limpia las lágrimas de tus ojos,
Limpia las lágrimas de tus ojos,
(Domingo, sangriento domingo)
Limpia tus ojos inyectados en sangre.
(Domingo, sangriento domingo)
Domingo, sangriento domingo.
(bis)

Y es verdad que somos inmunes,
cuando la realidad es ficción y la televisión realidad
y hoy millones lloran.
Comemos y bebemos mientras mañana ellos mueren,
(Domingo, sangriento domingo)
La verdadera batalla acaba de empezar
para reclamar la victoria que Jesús ganó.
En el…
domingo, sangriento domingo.
Domingo, sangriento domingo.








Aquí podemos disfrutar de la impresionante versión de la canción interpretada por U2 el 5 de junio de 1983 en un concierto filmado por el director británico Gavin Taylor, e incluida en el elepé Under a Blood Red Sky.


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