¿Es Nudozurdo el mejor grupo de rock español del siglo XXI?

En la web de Nudozurdo dicen de él que es una banda “lisérgica, estimulante y emocional, rabiosamente personal e íntegra” que “ha ido construyendo un camino propio en el que no caben modas o tendencias”. Doy fe.

Nudozurdo siglo XXI. De ellos se ha escrito que lo que hacen es un rock apocalíptico, una psicodelia salvaje.


Formado en Madrid en 2001, debutaron al año siguiente con un elepé que se llamaba como el grupo y pasó desapercibido. Grabado y masterizado en una semana, con la producción de Eugenio Muñoz, la formación de Nudozurdo era Felipe Salazar (a la batería), Daniel Asúa (al bajo) y Leopoldo (Leo) Mateos (cantante, guitarrista y autor de las letras de todas las canciones, compuestas entre los tres). Aquel Nudozurdo primerizo, se reeditó remasterizado y con un nuevo diseño interior en 2010, cuando la banda ya era más conocida.

Hasta 2008 no lanzaron (con la misma formación) el segundo álbum, Sintética (del que Mateos dijo para la revista Mundo Sonoro que es “ese momento que tienen todas las bandas en el que cristaliza una etapa de juventud: cuando no sabes demasiado, pero tienes frescura”), comenzado a grabar tres años antes y producido por Pep Roca. Este disco (y sus “sonidos hipnóticos”, su “sensibilidad melódica” y sus letras potentes) ya sí los situó en el panorama roquero español.

En aquel año 2008, Mateos reorganizó la formación de la banda, compuesta por él mismo, el guitarrista César de Mosteyrín, el bajista Alberto Jiménez (Meta) y el baterista Jorge Fuertes, sustituido en 2010 por Josechu Gómez.

Tara Motor Hembra fue el tercer elepé de Nudozurdo (“nuestro disco maduro”, explica Mateos), que, según la web de la banda, “subrayaba y amplificaba las constantes vitales apuntadas en anteriores entregas y que, en mitad del respeto de la crítica y de un público fiel que iba aumentando con cada lanzamiento, auparon a la formación al primer puesto del rock independiente”. Publicado en febrero de 2011, había sido grabado entre octubre y noviembre del año anterior con Pep Roca como productor nuevamente. Ese mismo año, César de Mosteyrín dejaba el grupo a raíz de unos problemas de salud.

De 2012 es el epé Ultrapresión, compuesto por cinco canciones de las sesiones de grabación de Tara Motor Hembra. Aquel año, Nudozurdo actuó en ocasiones acompañado por una pequeña sección de cuerdas tocadas por Manuel y Pablo Moreno, de ahí surgió la grabación con ellos a comienzos de 2013 del disco Acústico, producido por Brian Hernández, donde diez canciones de la banda eran reinterpretadas en ese formato (acústico) acompañadas por instrumentos de cuerda.

Rojo es peligro, publicado en 2015, fue el quinto álbum del grupo (arriesgadamente pop y con mucho sintetizador), y Voyeur amateur, dos años posterior, el sexto.

Nudozurdo detuvo su andadura en 2018, y tres años más tarde Leo Mateos publicaba en solitario su elepé Demasiado bellos para ser esclavos. El factótum de Nudozurdo ya había grabado en solitario en 2014, cuando publicó, bajo el nombre de Acuario, el álbum Cassette para los niños (un disco a base de sintetizadores analógicos antiguos y software digital y samplers, donde participaron David Unison, en las programaciones, y Ricky Lavado, miembro de Standstill y habitual en discos de The New Raemon o Love of Lesbian, a la batería).

El regreso de Nudozurdo en 2024 (con Mateos, claro, y con Óscar Moreno, conocido como Ojo, al bajo, el regreso a la batería de Jorge Fuertes y Juanma López Cruz a la segunda guitarra y haciendo coros) no pudo ser más impactante: el grupo publicó el mejor elepé y el mejor epé españoles de ese año (para mí): Clarividencia y No te puedes rendir (con una cierta continuidad entre ambos, los dos fueron producidos por la banda con la colaboración del ingeniero de sonido Pablo Pulido). De Clarividencia escribió en Mondo Sonoro Raúl Julián que era “el disco más cercano al pop, accesible y plagado de estribillos” de Nudozurdo, con el que seguían apostando “por esa habitual mezcla afilada de post-punk e indie-rock, como punto de partida desde el que expandirse en vías de esta nueva conquista, luciendo el abanico de herramientas más amplio (y algo menos hermético) que en ocasiones previas”. Los dos discos fueron mezclados por Paul Corkett (“nos ha sacado el lado más pop de todas las canciones”, dice Leo Mateos de alguien que ha trabajado con luminarias como The Cure, Placebo, Björk o Nick Cave...).

Sabemos que no podemos rendirnos: literalmente. No podemos. No es que no debamos. No podemos rendirnos. Y mientras… sonarán Nudozurdo.

Cuando en mayo de 2023 escribí aquí el artículo ‘(Algunas de las) mejores bandas y solistas de rock de las últimas décadas’, incluí a Nudozurdo entre un elenco para mí todavía arrebatador junto a artistazos roqueros de mucha categoría, como por ejemplo los españoles Toundra, Basurita, Menta, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Belako, Triángulo de Amor Bizarro, Exfan, La Excavadora, Los Fusiles o Yo Ciervo.

 

Bonus track: ¿por qué en mi cabeza durante algún tiempo Nudozurdo y Joe Crepúsculo eran lo mismo o al menos se mezclaban siempre? Por esto:

En 2009 Nudozurdo grabaron junto a Joe Crepúsculo una versión de Santa Maria da Feira de Devendra Banhart (canción incluida en el extraordinario quinto elepé de este músico inclasificable, Cripple Crow, aparecido cuatro años antes), que formaba parte del disco 21 J - Día de la música Heineken 2009, publicado como regalo junto con el número 274 de la revista musical española Rockdelux compartiendo espacio con versiones de Sufjans Stevens, Fernando Alfaro, Gnars Barkley, Morrissey o el propio Joe Crepúsculo, entre otros, a cargo de Christina Rosenvinge, Vetusta Morla, Alondra Bentley, La Bien Querida, Manos de Topo, Lori Meyers, Guille Mostaza o Dorian, por ejemplo..

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