En 1997, el escritor Mario Vargas Llosa dio en publicar Cartas
a un joven novelista, que, como él mismo aclara en la edición de 2011,
“no es un manual para aprender a escribir”. El Nobel considera, yo también, que
a escribir “los verdaderos escritores aprenden por sí mismos”.
Detrás de las ficciones
conmovedoras de las novelas hay fantasía
y disciplina. De eso trata esta “discreta autobiografía” presentada con el
señuelo literario de unas cartas escritas por un veterano escritor a un
aficionado, en la que el autor arequipeño se brinda a explicarnos “cómo nacen y se escriben las novelas”.
Lo que pretende este
librito es “describir algunos recursos de que se valen los buenos novelistas
para dotas a sus ficciones de ese hechizo al que caemos rendidos los lectores”.
Cuando en Cartas a un joven novelista se habla de
literatura narrativa, de la novela (y del cuento, que no se menciona en esta
fascinante y precisa obra de Vargas Llosa), se hace referencia a la “escritura
creadora”.
[...]
“La crítica puede ser una guía valiosísima para adentrarse en el mundo
y las maneras de un autor, y, a veces, un ensayo crítico constituye en sí mismo
una obra de creación, ni más ni menos que una gran novela o un gran poema”.
Pero la crítica no es capaz, por sí sola, de “agotar el fenómeno de la
creación, explicarlo en su totalidad”. Y es que, mientras “la crítica es un
ejercicio de la razón y de la inteligencia”, la creación literaria se vale de
ambos (razón e inteligencia) pero además también, “a veces de manera determinante”,
de otros factores, tales que “la intuición la sensibilidad, la adivinación e
incluso el azar”, factores que, a su vez, “escapan siempre a las redes de la
más fina malla de la investigación crítica”. Y esa es la razón de que “nadie pueda enseñar a otro a crear; a lo
más a escribir y a leer. El resto, se lo enseña uno a sí mismo tropezando,
cayéndose y levantándose, sin cesar”:
“Querido amigo: estoy tratando de
decirle que se olvide de todo lo que ha leído en mis cartas sobre la forma
novelesca y de que se ponga a escribir novelas de una vez. Mucha suerte. Lima, 10 de mayo de 1977”.
Vargas Llosa pretendió
mostrarnos, con sus Cartas a un joven novelista, todos los recursos narrativos que
le “saltan a la vista” porque dice no buscarlos con lupa, pues a él lo que le
gusta “es leer novelas, no autopsiarlas”. ¿Le creemos, una vez más?
Este texto pertenece a mi artículo titulado
‘Cartas a un joven novelista. ¿Qué es escribir? Responde Vargas Llosa' y
publicado el 16 de julio de 2019 en Moon
Magazine, que puedes leer completo EN ESTE ENLACE.
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