-Asiste a clase regularmente, escuchando siempre los argumentos básicos del profesor -aunque no sea necesario escribir todo lo que dice-, aceptando sus retos para entablar una discusión. Si el profesor no es bueno, no proporciona argumentos básicos o no estimular el debate, trata como estudiante de cambiar esa dinámica. No tomes la posición fácil de no acudir a clase y hablar en el bar de lo mal que está la enseñanza.
-Revisa tus
notas a menudo, sobre todo al final de las clases cada día. Si las revisas
cuando estén todavía en tu cabeza, será más fácil ampliar lo aprendido o
corregir las que no estén muy claras.
-No
dependas sólo de los apuntes o explicaciones del profesor. Trata de buscar más
referencias, libros, artículos en revistas científicas. Si la bibliografía no
da la suficiente información, pregunta en clase o en horas de tutorías.
-Saca
siempre notas de todo lo que leas, usa un buen método para ordenarlas, por
temas, períodos, personajes... Si no sigues esos pasos, unas semanas o meses
después de leer el material, no recordarás nada.
El autor, Julián Casanova.
-Atiende
siempre a diferentes perspectivas y argumentos. Aprende a utilizar el análisis
crítico y NO analices los temas históricos desde las ideas morales o políticas
del presente. Es esencial comprender siempre los argumentos opuestos y
responder a ellos con rigor.
-En las
exposiciones orales, que deberían ser una práctica habitual en la Universidad,
precisa al principio lo que vas a decir; luego entra en el contenido de tu
exposición teniendo en cuenta el tiempo y la audiencia a la que te diriges;
finalmente, concluye con un resumen de lo principal que has dicho.
-Antes de
ir al examen revisa toda la información, recopila todas las fuentes que tienes
y que aclaran los principales puntos. Pero, sobre todo, la preparación para un
examen comienza el primer día del curso, no la semana o el día antes.
-Cuando
escribas: comienza estableciendo un argumento importante, que vas a
desarrollar. Desarróllalo. Cita las fuentes utilizadas para apoyar esos
argumentos. Y finaliza el examen con una buena conclusión. Ten CUIDADO con el
PLAGIO, una plaga desde que mucha información se encuentra en internet. No
copies, ni parafrasees, argumentos o ideas de otros sin citar.
-Pide al
profesor que te devuelva siempre los trabajos y exámenes corregidos, que te
enseñe a mejorar, a hablar en público, a escribir mejor. No debería ser una
exigencia, sino algo que solicitas como guía para tu aprendizaje.
-Hay muchos
caminos, pero este te resultará útil: lee, piensa, trata de comunicar siempre
tus ideas y argumentos con precisión. Aprende a escuchar, respetar y debatir
los argumentos. Buen curso.
[Fotografía de Santos Yubero]
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