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Arantxa y Carolina nos hacen temblar cuando se infiltran en ETA


El cuarto largometraje de la cineasta española Arantxa Echevarría vuelve a ser un peliculón. En otra onda que Chinas y Carmen y Lola, pero un peliculón. Gracias a la afinadísima escritura de su extraordinario guion (obra de ella misma y de Amèlia Mora, desarrollando ambas una idea primordial de María Luisa Gutiérrez, a la postre una de las principales gerentes de producción de la película), La infiltrada, estrenada en 2024, cuenta con la estratosférica interpretación de Carolina Yuste, ganadora del Premio Goya a la Mejor Actriz principal (y que ya había logrado el de Mejor Actriz de reparto en 2019 por su actuación en la que prácticamente fue su debut con un gran papel: precisamente la ya mencionada Carmen y Lola, primer largometraje de Echevarría).

Sus dos cabalísimas horas de duración se valen además de otra actuación extraordinaria, la del infalible Luis Tosar, muy bien secundados, él y Yuste, por Iñigo Gastesi, por un aterrador Diego Anido, y por Víctor Clavijo y Nausicaa Bonnín, entre algunos otros. También son muy de destacar, la música de Fernando Velázquez y la gran calidad artística de la fotografía de los hermanos Javier Salmones y Daniel Salmones.

Este thriller dramático basado en hechos reales, que FilmAffinity sitúa como la número 55 de las Mejores películas españolas, nos lleva a los años del terrible terrorismo nacionalista vasco ejercitado por la banda criminal ETA y a la actuación policial contra ella personificada en una agente que verdaderamente se infiltró en la organización independentista y obtuvo, además del Goya a Yuste, el de Mejor película (ex aequo con El 47).

Después de que Carolina Yuste recibiera su galardón goyesco y en su discurso hiciera determinadas apreciaciones sobre justicia social, algunos iletrados la echaron en cara que se hiciera pasar por una persona concienciada humanitariamente cuando lo que hacía en realidad era recoger un premio por interpretar a una policía en una película en la que se blanqueaba la actuación de las fuerzas de seguridad españolas en su lucha contra la actividad (para ellos nada criminal) de la banda (para ellos nada terrorista) ETA. No es un chiste. Ocurrió. Más munición para los otros imbéciles que defienden que la extrema derecha llega al poder por culpa de las actitudes de muchos izquierdistas y sus planteamientos insostenibles.

El crítico cinematográfico de El Mundo Luis Martínez explica muy bien todo lo que nos cuenta magistralmente Echevarría, que “el terrorismo político es colocado al lado del otro terrorismo, el de género, con una solvencia y claridad tan arriesgada como brillante”, porque La infiltrada acaba por ser “un thriller existencial, llamémoslo así, tan febril como provocador”

Hay quien mantiene que es esta “la mejor película jamás rodada sobre la lucha contra ETA”: Rubén Romero en Cinemanía.

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