La amistad (y el amor), por Rafael Narbona

La amistad es una inaudita forma de enamoramiento sin intimidad física. Al igual que el amor, la verdadera amistad es un sentimiento que implica un alto grado de complicidad y una profunda conexión emocional. No creo que sea posible establecer ese vínculo con alguien radicalmente distinto. La amistad y el amor se basan en la afinidad. Son afectos que toleran las discrepancias, pero que adquieren solidez cuando concurren pasiones comunes y una sensibilidad similar.

No creo en "esas amistades inglesas que -en palabras de Borges- empiezan por excluir la confidencia y que muy pronto omiten el diálogo". La amistad implica abrir el corazón, mostrar lo que llevas en tu interior sin miedo a que ese gesto conlleve el riesgo de ser herido, exteriorizar las propias fragilidades sabiendo que nunca suscitarán desprecio o rechazo. “Mi mayor consuelo y alivio está en el consuelo de los amigos”, escribió Agustín de Hipona. Los amigos a los que vemos tres o cuatro veces al año pueden alegrarnos una tarde, pero no alivian nuestros miedos e inseguridades. Solo nos proporcionan una alegría efímera, nunca consuelo. Cuando se marchan, la sensación de soledad se vuelve más intolerable.

En mi caso, mi amiga del alma es mi pareja, Piedad. Tengo buenos amigos, pero con ninguno he logrado encender esa “llama que -según Agustín de Hipona- derrite nuestros corazones y los funde inseparablemente en uno solo”. Esa sensación solo la he conocido con Piedad y con los perros y gatos que han pasado por mi vida, siempre atentos a mis estados de ánimo y sin pereza o pudor a la hora manifestar la dicha que les producía mi cercanía. Nunca olvidaré su ternura con mi madre afectada por el Alzheimer y con mi hermana Rosa, con graves discapacidades físicas. El ser humano solo alcanza la plenitud moral cuando entiende que no es una roca aislada en el gran océano de la vida, sino un eslabón más de una escala infinita. Y eso solo se descubre gracias al amor y la amistad, dos sentimientos con una misma raíz.

                                          [arte de Pedro Arjona]