1970, Serrat canta Muchacha típica


Entre su magnífico disco dedicado a la poesía de Antonio Machado y el señero elepé Mediterráneo, el gran Joan Manuel Serrat publicó, era diciembre del año 1970 (el mismo año del cuarto suyo en catalán, unos meses anterior, Serrat/4), su sexto álbum, el tercero en castellano: un disco majestuoso, todavía con los magníficos arreglos y la dirección musical de Ricard Miralles, entre los mejores suyos, que ya es decir, su título: Mi niñez. Estamos en la España de la dictadura franquista. Pocos días después de la publicación del elepé, Serrat se encerró para protestar contra la autocracia del general Francisco Franco, concretamente a raíz del llamado Proceso de Burgos, en el muy simbólico Monasterio de Montserrat, como otros muchos artistas e intelectuales.

Como toda su discografía en castellano hasta 1975, el álbum fue publicado por el sello Novola (perteneciente a la disquera Zafiro) y en ocasiones se suele referir uno a él llamándolo el Disco blanco de Serrat (como el Álbum blanco de los Beatles de poco antes), pues no en vano en su cubierta (diseñada por Enric Satué, que aprovecha una foto de Colita hecha al cantautor catalán) no aparece nombre alguno, como tampoco en las galletas de las dos caras del vinilo o en el lomo del larga duración.


Grabado en los estudios de la compañía discográfica Fonit Cetra, de la ciudad italiana de Milán, Plinio Chiesa fue su ingeniero de sonido, ayudado por Gian Carlo Jametti. Los mismos estudios y los mismos técnicos de... Mediterráneo.

El propio Serrat escribió sobre el elepé Mi niñez, en una edición de 1995 para el mercado mexicano, lo siguiente:

 

“Las canciones que contienen este álbum giran alrededor de mi pequeño mundo. El mundo cotidiano y próximo de aquel entonces. Constituyen en su conjunto la crónica de una parte importante de mi vida, el relato de mis experiencias. A pesar de un cierto rechazo inicial debido a su portada blanca y ningún tipo de aclaraciones respecto a quien era el tipo de la foto ni que ofrecía, fue (es) un trabajo que tuvo suerte y que la gente hizo suyo. Muchas de sus canciones llegaron al número 1 de las listas de éxitos, cosa que, aunque nunca me ha parecido que sirviese para definir la calidad de un tema, sí vale para conocer su nivel de aceptación. Yo diría que es un disco que como el buen vino ha ido ganando cuerpo con el paso del tiempo, aunque soy consciente que para emitir un juicio como éste se precisa de la autoridad de quienes, como usted, lo siguen escuchando. Yo no hice otra cosa que fijar en negro sobre blanco las cosas que veía y que sentía ahora hace un cuarto de siglo”.

 

Es portentoso el elenco de canciones de esta obra maestra, todas ellas compuestas por Serrat: la que le da título y abre el elepé (quizás por eso pasó a ser conocido y ahora recibe ese nombre en todos sus repertorios discográficos), Señora, Cuando me vaya, Muchacha típica (que, de alguna manera, es la razón de ser de este texto que lees), Como un gorrión, ... de cartón piedra, Los debutantes, Fiesta, Si la muerte pisa mi huerto y Amigo mío.


Y ahora… ¿Por qué escribo este artículo? Evidentemente para evidenciar las lucidísimas canciones de Joan Manuel Serrat, para empezar, las de aquella maravilla que es su elepé Mi niñez. Pero la razón primigenia, el acicate, está en algo que he leído en un blog sobre uno de sus temas. Sí, sobre Muchacha típica. El álbum ha sido una felicísima excusa para plantear una pregunta. Una pregunta capciosa.


Voy.

Hay un blog dedicado al autor de Tu nombre me sabe a hierba llamado SerratMultimedia que tiene una entrada llamada ‘Muchacha típica sin censura’, donde se puede leer lo siguiente: “los versos anti monárquicos que censuraron en Muchacha típica que hoy tampoco le dejarían  publicar”.


 

(Como su madre, es autárquica,

como su padre, es monárquica,

y cada catorce de abril

se le resbalan dos lágrimas,

vueltos los ojos y el ánima

a las costas de Estoril.)


(Nota: Estoril es donde vivía la Familia Real española, mejor dicho, los padres del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón, que ya habitaba el palacio de La Zarzuela madrileño).

 

La pregunta que quiero hacer (y hago) es esta: ¿tú también crees que Serrat no podría hoy cantar esa canción con la letra censurada por la dictadura de Franco?

 


Me despido con la letra auténtica, la que autorizaron aquellos censores simplones y metomentodos:

 

“Es esa muchacha típica

cuya familia es la típica

familia "bien" del país.

Anda esa muchacha típica

los domingos en la hípica

y a las dos en José Luis.

 

La educó una nurse vesánica

típicamente británica,

una aya y un preceptor,

que le habló de nuestros próceres,

y un primo suyo de Cáceres

que le desveló el amor.

 

Para la muchacha es básico

ese veraneo clásico

en una aldea de mar,

típicamente cantábrica,

alejada de esas fábricas

que no dejan respirar.

 

Es su deporte congénito

la pesca del primogénito

sin saberlo Samaranch.

Pero entre vómico y vómico

le encanta andar con un cómico

y llevarlo al palomar.

 

Son modas aristocráticas

en cierto modo simpáticas

que ejerce hasta la vejez.

Mas te sientes en su tálamo

como a la sombra de un álamo

un verano en Aranjuez.

 

Es esa muchacha típica

cuya familia es la típica

familia "bien" del país.

Anda esa muchacha típica

los domingos en la hípica

y a las dos en José Luis”.

 

El José Luis existía en la madrileña y señorona calle de Serrano: era un restaurante. Y Samaranch era… Samaranch, por aquel entonces un hombre del régimen. Del régimen franquista, se entiende.

 

También Señora perdió ‘su bandera republicana’ a causa de la censura, por cierto. Pero nunca, nunca, grabó Serrat esa canción con los colores de la bandera republicana española en su letra. Otra cosa fue en sus conciertos desde 1981. Más o menos. 

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