Un amigo al que le comenté que no solo escribo para Facebook, me dijo, sin haber leído nada, que lo importante mío es lo que no saco a la luz, sino lo que escondo.
Un poco en broma le he dicho que él
qué sabe si no sabe. Además, lo que guardo, suele ser mayormente de política,
periodismo, religión o educación, aderezado con un toque de humor e ironía y
comparaciones. Temas aburridísimos.
Otra cosa que hago es poner a cada
lado de una balanza imaginaria dos nombres y me pongo a buscar semejanzas:
Donald Trump y Noam Chomsky.
Isabel Díaz Ayuso y Marie Curie.
La señorita Rottenmeier y Agatha Lys.
Einstein y el Pequeño Nicolás.
Gay Talese y Ngonga o Ndongo o como
se llame el famoso ese de ahora.
Como estos días han salido a la luz,
por diferentes motivos, (Javier) Moscoso y (Cristóbal) Montoro, y como tienen
rima asonante o imperfecta, me voy a poner a hacer una pequeña reseña de los
dos.
De Montoro dicen que ha sido imputado
por vete tú a saber que. Ojo, imputado no significa culpable. Tampoco quiero
profundizar mucho en ello, oye. Ya lo hará quién pueda ganar dinero a cambio,
grupos mediáticos, periodistas, tertulianos y gente avispada.
De Moscoso, que falleció hace dos
días, a los noventa años, se conoce poco.
Coinciden Montoro y Moscoso en que
ambos fueron ministros de Función Pública, aparte de otras labores políticas o
relacionadas con el Estado al más alto nivel: Montoro ministro de Hacienda,
Moscoso, ministro de Presidencia y fiscal del Estado.
Cuando mi amigo me dice que saque a
la luz pública estas cosas, le digo que no, que son un poco rollo, aparte de
que está todo en internet.
Dejando aparte siglas políticas -Montoro
fue del PP, Moscoso trabajó para la administración de Franco, luego estuvo en
UCD, con el PSOE fue ministro y fiscal con Aznar, creo recordar-,
los funcionarios tenemos que saber qué hizo cada uno de ellos por nosotros.
No entro aquí a desarrollar la
amnistía fiscal de Montoro. El Tribunal Constitucional, años después y cuando
no tenía remedio, la nombró anticonstitucional. Ya pa qué.
Sí entro, como funcionario con muchos
trienios -los
funcionarios tenemos mala fama, entre otras cuestiones por culpa de Moscoso-
solo en un par de detalles.
Montoro, en 2012, cuando era ministro
de Hacienda, nos suspendió a los funcionarios la paga extra de Navidad como
medida de ajuste presupuestario. Es decir, nos quitó un dinero que era nuestro,
que ya habíamos trabajado. Nos robó -esa es la palabra
exacta porque no contó con nosotros- a todos los
funcionarios, daba igual que votaras a PP, PSOE, IU, UPyD, CiU o no votaras. A
todo el que trabajara en y para la administración, adiós a la paga extra.
Incluso se llegó a decir que la crisis económica de aquellos años fue por culpa
de los trabajadores públicos.
Moscoso, menos conocido, aparte de que creó la Ley de la Función Pública -yo como funcionario habré hecho a lo largo de mi carrera profesional, no sé cuántos cursos, seguro que más de sesenta cursos de todo tipo: atención a la ciudadanía, Ley 30/92, Ley General Tributaria, Ley de Haciendas Locales, Ley de la Función Pública…, es bueno decirlo-, en la que se cuenta cómo tenemos que actuar los funcionarios, hizo algo por lo que será recordado.
En 1983, ante una crisis económica
que impedía que los sueldos de los funcionarios se incrementaran al ritmo del
IPC, Javier Moscoso, que era ministro de Presidencia, decidió compensar a los
funcionarios con días de permisos, los llamados días moscosos, de asuntos propios o de libre designación. Es decir,
mejoró la vida de los empleados públicos.
En principio fueron tres días de
“vacaciones”, luego se convirtieron en seis. Solo los tenemos que solicitar y
no justificar. Y nos los conceden. Aparte de que con el aumento de años
trabajados -la
experiencia es un grado- suben los días “de asuntos propios”.
A los funcionarios, las personas que
no trabajan para la administración nos critican por todo, por culpa de Moscoso,
en vez de intentar negociar o renegociar sus convenios laborales (si trabajan)
más todavía.
Ahora, “fueraparte” de siglas
políticas, que cada cual decida a qué político prefiere, a Montoro o a Moscoso.
Si te aprovechaste de la amnistía fiscal, no tengo dudas. Yo tampoco. Si tienes
diez o doce días de asuntos propios, tampoco.
Espero que a mi amigo, le haya
gustado este texto escondido.
Termino con moraleja: por mucho que
se insista en lo contario -para mí- no todos los
políticos son iguales.
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