La película española Rita, estrenada en 2024, tiene como mérito principal la aportación interpretativa de una niña de siete años que debuta en el arte cinematográfico de una manera fulgurante que me dejó absolutamente impactado: Sofía Allepuz.
La medida y cabal (y más que suficiente) hora y media de Rita fue escrita, dirigida e interpretada (ella es la madre de la niña Allepuz, de Rita) por la hasta ahora únicamente actriz Paz Vega.
A Vega y a Allepuz les acompaña en el
elenco actoral otro niño, Alejandro
Escamilla, también sobresaliente (es alucinante que se pueda conseguir
tanta destreza de unos críos, mucho más que el hecho de que ellos la tengan por
sí mismos), y el siempre solvente Roberto
Álamo. La música fue compuesta por Pablo
Cervantes y la hermosísima fotografía la dirigió Eva Díaz.
Este drama familiar que expone sin crudeza ¾con
una cierta distancia de acercamiento (no sé si me explico) narrada desde los
ojos de la niña protagonista¾ la violencia machista ejercida dentro del
matrimonio, lanza un mensaje final complejo y sugerente que no voy a desvelar y
ni siquiera a discutir.
El crítico cinematográfico Javier Ocaña escribió sobre Rita en El País que es “una luminosa película rodada con un exquisito gusto por la luz, el encuadre y el punto de vista”. Y Luis Martínez dijo en El Mundo que el debut de Paz Vega al frente de un largometraje configura “una mirada tan clara como ortodoxa, profunda y herida”.
Concuerdo con lo que, por su parte,
indicó Oti Rodríguez Marchante en ABC, con eso de que “el riesgo de darle
la mirada a una niña lo supera bien, pues la joven actriz le entrega a su
cámara todo el aire limpio, la inocencia
y la naturalidad que no tiene el relato” que nos expone, que nos cuenta Paz
Vega.
“Un desasosegante
drama familiar de ternura y violencia”.
Borja Hermoso (El País)
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