Cuando en julio de 2017 me decidí, en un tiempo en el que ya nadie abría uno, a comenzar mi propio blog online, me obligué a difundir una entrega diaria en él. Y lo vengo cumpliendo. Algo después pensé que sería buena idea publicar de vez en cuando artículos escritos por otros y conseguí llevar a Insurrección (es el nombre que, de inmediato, se me ocurrió desde el principio poner a esa aventura editorial) las firmas del profesor David Pablo Montesinos Martínez, el editor y escritor Eduardo Laporte, el galerista Enrique Tejerizo, los periodistas musicales Fernando Martín y Fernando Navarro, los historiadores Gaizka Fernández Soldevilla, José Antonio Pérez Pérez, Justo Serna y Julián Casanova, los escritores Guillermo Jiménez, Mar Outsiders, Rafael Narbona, Roberto H. Rodríguez, Luisa Horno y Miguel Cobo Rosa, mi hermano, el periodista Ricardo Ibáñez Salas, Salva Lorenzo, el guionista Roberto Villar Blanco...
“Sostiene Jiménez
que, aunque la vida a veces pueda parecernos un malentendido o un mal error, es
mejor sentir, expresar y actuar que vivir paralizados por el miedo al qué dirán
o al ridículo”.
Guillermo Jiménez
Ocho años y algunos meses más tarde
quiero resumir los asuntos y las personas que más veces aparecen etiquetadas en
las más de 2800 entradas que ya han visto la luz, muchas de ellas con un éxito
notable (‘Échame a mí la culpa, (no
sólo) de Albert Hammond’ ha tenido ya más de 28000 visitas; ‘Señora Azul, de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y
Guzmán’, 6820; ‘Almodóvar y sus
madres paralelas me dejan sin habla’, 3620; ‘Dostoievski desde el subsuelo’, casi 3000...).
La primera canción
que aprendí completa, la primera que aprendí a cantar con su letra enterita. Yesterday e Insurrección la siguieron. Creo que no hubo más. He escuchado miles
de canciones en mi vida, he disfrutado con cientos de ellas, algunas,
muchísimas, las he escuchado en tantas ocasiones que no podría contarlas ni por
aproximación. Échame
a mí la culpa
es una de las únicas que aún hoy sería capaz de cantar completas.
Seiscientos cinco artículos de Insurrección tienen como etiqueta el
marbete cine. Ningún otro asunto lo
supera en número de veces atendido en el blog al que prefiero llamar revista. Por eso las personas que más
veces están etiquetadas en ella, en Insurrección,
son críticos cinematográficos, que tantas veces me sirven de referencia en mis
numerosas críticas de largometrajes: así, los tres seres humanos que más veces
etiqueto en ella son Luis Martínez
(92), Carlos Boyero (66), Oti Rodrígez Marchante (59) y Javier Ocaña (52), sólo superado este
último por Francisco Franco (58), de quien hablaré más tarde. Elsa
Fernández-Santos (34), Nando Salvá (27) y Sergi Sánchez (22), Quim Casas (21)
son los siguientes críticos de cine más rotulados. Entre las gentes del cine
habituales de la revista/blog destaca muy por encima de cualquiera Woody Allen (20).
Me importa muy poco si Boyero
dialoga o no con las películas. Hace lo que yo espero que haga quien ya las ha
visto: explicarme qué ha visto en ellas, qué ha escuchado, qué ha sentido, qué
ha vivido al dedicarle su tiempo a una obra pretendidamente artística. Y
normalmente ve, escucha y siente y vive sensaciones muy similares a las mías.
Sin las trampas que algunas veces nos hacemos para resultarles a los demás más
molones.
Música
(494) es el siguiente asunto que más veces trato en Insurrección. The Beatles
(32) son el grupo por excelencia en la revista, seguidos por Bob Dylan (31), Bruce Springsteen (19), John
Lennon, David Bowie y Paul McCartney (los tres 15 veces
etiquetados cada uno) o The Rolling
Stones (14). Los principales periodistas musicales etiquetados son, además
del ya citado Fernando Navarro, Fernando
Neira (22), Bob Stanley (22) y Jesús Ordovás (13). Palabras
relacionadas con música que brillan
en la revista/blog son pop (426), rock (380), soul (26), blues (21),
también Movida (20). El quinto de
mis libros está dedicado a ella, a la música (pop). Y el séptimo, mi primer
libro de relatos, la tiene también muy presente.
“La música (pop) y nosotros es una incitación
al diálogo, ese ejercicio esencial entre gentes civilizadas que ahora algunos
representantes públicos parecen muy empeñados en dinamitar. Puede darnos rabia,
sin duda, pero también conducirnos a la conmiseración. Pobre de aquel que no incluye
una generosa proporción de corcheas entre los nutrientes del alma”.
Fernando Neira
La tercera palabra más veces
etiquetada en mi revista es la palabra literatura,
que lo ha sido hasta ahora en 462 ocasiones. Nick Hornby (21), Manuel
Vázquez Montalbán (17), Joyce Carol
Oates (16), Ian McEwan (16), Luis Landero (13) y Philip Roth (12) son los escritores que
más veces acojo en Insurrección. Si
la novela tiene 363 artículos, la poesía llega a los 154, el cuento
(mejor, relato) a 168, el microrrelato a 20 y el teatro a 19. Se habla de escribir (o de
escritura) sesenta veces, la palabra libro
es etiquetada en 38 ocasiones y las palabras lectura o leer en 42.
El aliento de
Dios, indescifrable, inexplicable, ese hálito magnífico que contiene todas las
lágrimas y todas las risas y todos los vómitos y todo el éxtasis admirable, ese
temperamento inaudible que vertebra el pasado humano y que la Historia trata de
entender, esa corriente hecha de corrientes y vendavales y meandros y afluentes
y desdichas y escarcha y alivios y seres poderosos y humanos envilecidos y
humanos ansiosos que ignoran la felicidad cuando les roza los cabellos o se
posa en sus corazones. El aliento de Dios aúlla sobre las vidas de los
protagonistas de otra magnífica novela de Joyce
Carol Oates,
sobre la vida de Rebecca y sobre la muerte y los Estados Unidos del siglo XX
donde tantos huyen de sí mismos para hallarse en el horizonte del futuro con lo
que la vida les permite ser.
Historia
cuenta con 377 etiquetas, pero quiero destacar las 212 veces que aparece como
esencial en un artículo la palabra historiografía,
con la que hago referencia a los textos donde se habla sobre la utilidad y las
características de aquella disciplina que ejerzo. Los periodos históricos más
resaltados son el franquismo (167,
sobre Francisco Franco, ya se dijo, hay 58 entradas, no en vano ese asunto, su
dictadura, fue el asunto de mi primer libro), la Guerra Civil española (97), la Transición
(92, mi segundo libro la analizaba) y la Segunda
República española (47). El nazismo
llega a las 21 entradas. Resalta el especial hincapié hecho con la memoria (39)
y la memoria histórica (18), y mucho
más el seguimiento otorgado al concepto de pasado
(61). Sobre lo que aprendí que es la Historia versa el cuarto de mis
libros.
“Los historiadores
deberían asumir de una vez por todas, argumentaban algunos posmodernistas, que
su representación del pasado no tiene más derecho a reivindicar la verdad que
la de los novelistas o poetas. Frente a eso, algunos historiadores
contraponemos una tradición de pensamiento histórico que siempre reconoció los
aspectos literarios de la historiografía pero que mantiene la convicción de que
la historia puede ofrecer explicaciones sobre un pasado real con seres humanos
reales”.
A la televisión llevo dedicadas 170 entradas, casi siempre para hablar de series televisivas, muchas fabulosas. Ciento veintitrés artículos tienen la etiqueta fútbol: ahí Jorge Valdano gana por goleada (había que hacer algún chiste) con sus 17 etiquetas (bueno, en realidad empata con el Real Madrid). Hablando de chiste, hay 91 textos con la comedia como uno de sus estandartes.
“El fútbol es el
lugar perfecto para perder de vista el paso del tiempo. [...] Es sólo una
simulación de la realidad. Lo diré destacando su grandeza cultural: una
gloriosa simulación de la realidad”.
La política tiene también su sitio habitualmente en Insurrección: 92 veces ha aparecido. El
socialista Pedro Sánchez es el
político más citado (15), pero aquí ganan el nacionalismo vasco (38) y ETA
(55), seguidos por el nacionalismo
catalán (24). La palabra democracia ha
sido etiquetada tantas veces como el partido español de extrema derecha Vox: 23. Cobra cada vez más auge en el
blog/revista la expresión guerra
cultural (14).
“Métanselo de una
vez en la cabeza: el problema del mundo no es lo woke, ni las feministas, ni
los ecologistas, ni los inmigrantes, ni los okupas… ni siquiera Sánchez. Lo que
mata es la pobreza, la desigualdad, la violencia sobre los débiles, el
debilitamiento de los servicios públicos, la precariedad laboral, la
devastación medioambiental... No necesitamos menos instituciones ni menos
políticos, necesitamos Estados más fuertes y sociedades más cohesionadas y
solidarias. Es magnífico que la gente salga a las carreteras a ayudar a sus
vecinos, pero sufragamos entidades públicas que deben cuidar de nosotros, de
todos nosotros, y que deben, además, evitar los abusos. Es en esa prosa tan
aburrida y burocrática de las leyes y los reglamentos donde se articulan las
garantías de que enfermaremos y nos atenderán los médicos, tendremos hijos y
habrá colegio para ellos, vendrán catástrofes espantosas y cobraremos un
seguro… Claro que si todo eso no funciona siempre podemos pedirle al Donald
Trump de turno que haga de Capitán América y nos salve de los malos”.
David
Pablo Montesinos Martínez
Durante mucho tiempo —por intereses
sobre todo profesionales (era editor de material didáctico en la principal
editorial española dedicado a ello, Santillana), pero no sólo—, la educación recibió una atención
desmesurada en Insurrección. Tan es
así que hay 82 artículos así etiquetados. Y 37 con el rubro de enseñanza-aprendizaje.
Saber mejor, no
(sólo) saber más. De hecho, es más importante saber mejor que saber más. Ese es
el reto real de los profesores en la encrucijada en la que se hallan los
sistemas educativos: enseñar
a aprender mejor antes que enseñar a aprender más. Eso al menos
pienso yo. Y como yo muchos profesionales relacionados con el sistema
educativo. No todos, ni muchos menos.
Más etiquetas exitosas en Insurrección: amor (43), arte (43), feminismo
(32), cómic (32), negritud (23), filosofía
(19), cultura (18), religión (17), edición (17), periodismo (16)... A la vida, así en general, hay dedicadas 29
entradas, 27 a la infancia, 22 a la muerte, veinte a la adolescencia y catorce
a la vejez. Veinte a la familia. El o la COVID-19 se ha llevado 21 textos,
veinte la Iglesia católica y 17 aquellos guerrilleros habitualmente llamados maquis, uno de los cuales protagoniza
mi primera novela. Adolfo Suárez
(25) y Juan Carlos I (24) salen también en mi revista.
“La novela, toda
novela, trata siempre del pasado remoto o muy cercano. ¿Diríamos que Serás mi
tumba pertenece por fuerza al género histórico? No precisamente. La exhumación
de lo pretérito con el auxilio de la ficción puede ser un examen del presente
o, más concretamente, de las zozobras de la persona que narra ahora. Estamos
habituados a ello. No hay modo de pensar la actualidad sin el recurso de la
ficción. ¿Para qué? ¿Para añadir más enredos? No: para imaginar cómo anduvieron
las cosas”.
Lugares en Insurrección: gana España (tiene cuando escribo esto 660
etiquetas), mi tercer libro hablaba de ella. La siguen Estados Unidos (212),
Reino Unido (103), Madrid (mi ciudad: 59), Cataluña (44), Euskadi (44),
Argentina (41), Europa (34), Francia (28), Italia (23), el barrio de La Chopera (mi barrio: 21), México (19) y Suances (el pueblo de mi madre, digamos
que el mío: 18)
“¿Es este libro
una elegía o un homenaje? ¿Es un libro sobre el nacionalismo español? Es un
homenaje personal de un historiador apasionado que no tumba en el diván de la
historia a España. Se sienta con ella y conversan, reconstruyendo desde su
geografía siglos de historia, restándole el veneno que le inoculó la leyenda
negra y homologándola con la del resto de países europeos. El debate posterior
refrendó la necesidad de rescatar el ser de España, no la nación ni el Estado,
incluidos símbolos como la bandera, del secuestro y apropiación que hizo la
derecha más cavernaria y reaccionaria”.
Salva
Lorenzo
Y gente a la que quiero. Mi mujer, Margarita Barrio (51), mis padres ya fallecidos, Adelaida Salas Díaz (30) y Ricardo Ibáñez Pascual (23), y mi amigo y editor Ramiro Domínguez Hernanz (16) son los que más etiquetas acumulan.
Beata madrileña del siglo XVII, camino de ser santa y todavía siglos después de tu muerte incorrupta y fragrante, monja mercedaria querida por los Austrias y por aquel antiguo pueblo de Madriz inculto y fascinado por tu milagrería para pobres. Copatrona de Madrid, en tu plaza bombardeada en la Guerra Civil, recién construida, y restaurada en las puertas de la dictadura del general Franco, se te conmemora y en tu plaza nací, crecí y amo y puedo declamar que una casa no es un hogar, ni el fuego sirve siempre para ser fuego; dices adiós una mañana y la ola se muere en su playa, dices hola bajo el sol y nace una patria; una casa no es un latido ni el pulso se detiene por un temblor, a ella se llega sobre el agua, ella se acerca a tu alma azul desde la edad de oro, desde la esquina donde renació; ahora ese hogar regresa a mi plaza invitado por mis sueños. Plaza de la Beata María Ana de Jesús, barrio de la Chopera, distrito de Arganzuela, Madriz. Universal y tan mía. Plaza de Marga.
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