La poesía dramática de John Ford en los ojos de Antonio Rivero Taravillo


El poeta (y traductor de poesía) y novelista español Antonio Rivero Taravillo publicó en 2022 el interesantísimo ensayo Ford Apache: cien momentos de un genio del cine. ¿El asunto del libro? Responder a otra pregunta: ¿qué hace del cine de John Ford un cine fordiano?

[Sobre el título del libro, el autor reconoce, por medio de una nota a pie de página, que ya había sido usado antes por el cineasta español José Luis Garci.]

Comienza el autor por aclararnos que John Ford “no se limita a la épica ni cae tampoco prisionero de la lírica”, sino que expone por medio de un “tratamiento dramático” una serie de conflictos, de tal manera que, si Shakespeare llevó a cabo, en palabras de Harold Bloom, “la invención de lo humano”, Ford ejecutaría “la filmación de lo humano”.

 

“La felicidad que procura el cine de Ford es inabarcable y se extiende por una amplia gama de registros: emociones continuas e incluso lecciones de vida dictadas por alguien que, según el mismo, no tuvo más pretensión que entretener. Y a fe que lo consiguió”.

 

Rivero Taravillo escribe como “un espectador llano”, no como un crítico: y se agradece.

 

“Ford es uno de los más poderosos narradores visuales que han existido. Sus historias son magníficas casi siempre y por supuesto que obedecen a una ideología, pero de muy difícil clasificación porque tiene elementos conservadores junto a otros de una rebeldía sin tasa”.

 

Creo que no cabe ninguna duda de que el cineasta estadounidense John Ford consiguió “una de las más insólitas nupcias de lo popular y lo artístico que se han dado en el séptimo arte”, tal y como atinadamente acierta a considerar el autor de este luminoso libro.

El volumen es un suculento recorrido por la filmografía de John Ford (“un tipo torturado, seco y duro por fuera”): asistimos al primer film dirigido por él, al primero firmado como John y no como Jack, al primero en el que sale John Wayne, al primero rodado en Monument Valley, al primero filmado en tecnicolor, al primero sonoro… Menudo recorrido por las más de 70 películas de aquel genio.

En Ford Apache sabemos de la película en la que más palabras empleó el hermano de Ford, Francis, habitual secundario en ellas; que hay en esa filmografía siete personajes apellidados Quinncannon en homenaje a un amigo suyo de juventud, también de sangre irlandesa; asimismo tenemos noticia de la película de Katherine Hepburn, de 1936, con quien tuvo algo parecido a un romance…

La erudición del Rivero Taravillo cuaja todo el libro de un sugerente atractivo, necesario, que es para quitarse el sombrero, o para santiguarse si no se gasta sombrero: Nicanor Parra, Borges, Cunqueiro, Menéndez Pidal, Shakespeare, Walt Whitman, Juan Eduardo Cirlot, Poe, Robert Louis Stevenson, Tennyson, Pessoa, Chateaubriand, Luis Cernuda, Buzzati, Beckett, Buñuel, Kipling, Robert Frost y hasta Karmelo C. Iribarren o Javier Salvago o María Mercedes (no Dolores, Antonio) Carranza o Felipe Benítez Reyes o Pablo García Baena o Luis Alberto de Cuenca o José María Jurado-García Posada o Lutgardo García Díaz o Leopoldo María Panero o Eduardo Jordá o Adriano del Valle o Jorge Teillier; también Luis Rosales, Carlos Gardel, John Keats, Ionesco, Rulfo, Graham Greene, Lowry, TS Eliot, Laurence Sterne, Wordsworth, Yeats, Faulkner, John Donne… A Manuel Vázquez Montalbán lo coloca en el frontispicio de la introducción con estos versos de su poema ‘En Conemara’:

 

          “Los irlandeses saludan como los apaches

o los apaches saludan como los irlandeses

ambos prisioneros de una película de Ford”.

 


No puede evitar el autor —y se recibe tal cosa con agrado— hablar sobre el lenguaje poético, del cual, con motivo de sus reflexiones respecto de la película Pasión de los fuertes, escribe que “se caracteriza por las metáforas; asimismo, por las relaciones entre las partes, los ecos, las rimas, las alteraciones, las correspondencias que impregnan el mundo, como vio Baudelaire”.

Si quieres saber cuál es la película dirigida por él favorita del propio Ford, en la página 189 lo dice Rivero Taravillo. Quien no se moja sobre cuál es la suya. Como muestra: al hablar sobre Centauros del desierto, afirma que “está considerada por muchos la mayor obra maestra de Ford” y es “compendio de toda su cinematografía”, hasta el punto de que “ha sido considerada una y otra vez una de las mejores películas de la historia”.

En suma, si eres devoto de la gran cinematografía, especialmente si lo eres del inconmensurable John Ford: este es tu libro, un libro en el que constatarás una vez más que existen momentos de la historia de la creatividad en los que aquello que hacen gigantes como John Ford “ya no es producto de ocio, sino arte”. 

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.