“Los obuses destripaban la tierra, en cuyo interior se parapetaban miles de hombres que habían practicado agujeros y refugios. Era la Guerra de las Trincheras”.
Esta es una de las primeras frases que se puede leer en la historia principal de La Guerra de las Trincheras 1914-1918 del genial autor francés Jacques Tardi (Valence, Francia, 1946), considerado, con justicia, una de las grandes estrellas del cómic europeo, y que en su obra presenta una especial vocación no sólo por el cómic histórico, casi toda su producción tiene ese marchamo, sino concretamente por las historias situadas en el periodo bélico de la primera contienda mundial.
C’était la Guerre des
Tranchées es
una obra que el autor francés, ya consolidado como autor integral de dibujo y
guión, inicia en 1982 y que ve su versión definitiva, la que hoy conocemos, en
un álbum de la editorial francesa Casterman en 1993. En España
los primeros lectores en saborear esta obra son los de la revista Cairo, que publica
serializado el cómic. Hoy, con una industria precaria pero normalizada, este
álbum disfruta de reediciones y se puede encontrar fácilmente en las
bibliotecas públicas.
Concebida la obra como un alegato antimilitarista, Tardi cuida hasta el extremo su producción, para lo que, además de rescatar los testimonios directos de su abuelo, que es el primero en imbuirle el interés por aquel episodio histórico en concreto, busca otros y, sobre todo, el asesoramiento del historiador francés Jean Paul Verney, con el que recientemente ha firmado su otra gran obra de la I Guerra Mundial, publicada bajo el título ¡Puta Guerra!, que, en sí mismo, es ya una declaración de intenciones del narrador gráfico galo.
Si alguien tiene dudas
sobre el potencial expresivo de los cómics o sobre su capacidad para el
discurso intelectual, debe acercarse a La
Guerra de las Trincheras 1914-1918. Saldrá de dudas, ya que esta
creación de Tardi es un monumento a la capacidad divulgativa
de los tebeos,
en este caso sobre un episodio histórico marcado en rojo como uno de los más
crueles protagonizados por el ser humano.
Influido por la película de Stanley Kubrick Senderos de gloria y por el Viaje al fin de la noche, de Louis-Ferdinand Celine −autor con el que no tiene nada en común pero al que ha adaptado gráficamente en otra obra−, y aún sin ninguna influencia historietística reconocible, de tan original que resulta el arte de Tardi, se nos presenta un libro que en lo gráfico refuerza con el color negro el aspecto sórdido de toda guerra. El dibujo, brillante en lo técnico, deprimente en las emociones que busca en el lector, conjuga su expresividad con un notable acierto en los detalles de ambientación, tanto en lo que se refiere a los parajes como a los uniformes, armas y vehículos.
Sin un protagonismo
único, la lectura del libro recorre, con el hilo conductor de las trincheras,
las peripecias de varios personajes, personas de carne y hueso, que, en todos
los casos, terminan muriendo como parte del engranaje de la guerra. La
trinchera, único protagonista que permanece de principio a fin, es el eje de
las historias, tristes, sórdidas y muy dolorosas, que sirven de excusa
para exponernos, de manera muy documentada, los aspectos centrales de la
contienda.
Así, vamos conociendo la historia de personas que están siendo utilizadas por el poder de turno y dirigidas por inhumanos mandos militares hacia la muerte como auténtica, y nunca mejor dicho, carne de cañón. De hecho, da la impresión de que son armas y no personas. Entre los episodios elegidos, se nos narra el papel de los soldados coloniales franceses, como los indochinos que cavaban las trincheras, o los senegaleses que muchas veces conformaban la primerísima y suicida línea de batalla.
El barro, los muertos
superpuestos en las alambradas, el hedor y, sobre todo, el miedo aparecen en una
narración muy alejada del heroísmo que acostumbra a presidir este tipo de
relatos. Aquí, la mayoría de los personajes apuesta por métodos de autolesión o
por la confraternización con el enemigo con tal de acabar con su participación
en una parte de la Historia que nadie debería haber consentido.
El resultado de todo
ello es una obra que, además de ser un hosco toque de atención a la conciencia
del hombre, es una fantástica fuente de conocimiento sobre uno de los
momentos más bajos de la historia de la humanidad.
La
Guerra de las Trincheras 1914-1918
Jacques Tardi
Lugar
y fecha de edición: Barcelona 2009
Norma
Editorial
Páginas:
134
[ESTE ARTÍCULO APARECIÓ
EN la revista digital que yo dirigí, ANATOMÍA DE LA HISTORIA,
EL 7 de noviembre de 2011]
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