La cultura es tradición más vanguardia

Era mejor antes. Vamos a menos. Javier Rodríguez Marcos escribió un espléndido artículo para El País el 26 de abril de 2023 titulado ‘Toda cultura es crisis y toda lengua nace de la corrupción de otra’, en el que se burlaba de los apocalípticos que ven el final de los tiempos cada cincuenta años o así, o cada día de sus largas vidas de intelectuales subidos a una torre de marfil que consideran suya e inigualable. Sus mantras, esos de arriba: Era mejor antes. Vamos a menos.

No me refiero a los adalides del pasado idealizado, al vivido o al que nos contaron (mal). No hablo de los nostálgicos de su infancia incuestionable ni de los nostálgicos de cuando los dinosaurios (en España, Franco) dominaban la Tierra (en España, España). Como hace Rodríguez Marcos, de lo que va todo esto que quiero que leas es sobre la cultura. Con mayúsculas. La Cultura. Y no sobre ese pasado que nos hemos inventado al que nos encanta ir una y otra vez con la mejor intención.

Es curioso que, ahora que parece que los medievalistas rescatan a la Edad Media del saco aquel de un tiempo aborrecible en el que todo estuvo a punto de irse al garete, tras el esplendor del mundo clásico occidental y antes del estupendo Renacimiento inigualable, ahora, digo, es cuando algunos, que son los de siempre, es un decir, consideran que estamos entrando, si no hemos caído ya de hoz y coz, en una nueva edad media al menos tan tenebrosa e inculta como aquella de los siglos IV o V hasta el XV o XVI.

Olvidar o desconocer, como acertadamente explica Rodríguez Marcos, que la cultura es esa mezcla imbatible entre la tradición y la vanguardia es mucho olvidar o desconocer.

Eso sí, no obstante, tal vez el gran problema sea no ya ignorar la historia, repudiar por torpeza más que a propósito el pasado, sino rendirse por completo a quienes se encaraman en la ola de esa tendencia indocta, refractaria a la tradición, y dejarles todo el erial, en el que dicen sus antagonistas que vivimos, para que hagan brotar en él unos tiempos en los que la cultura con mayúsculas (esa que no es la auténtica, pues no es la suma de la de todo el mundo) siga, finalmente, perteneciendo a los más listillos y no a los más listos del común.

Entonces, en ese caso, sí que hasta yo diría eso de era mejor antes, vamos a menos.