La serie estadounidense The Good Fight se estrenó en 2017 y, salvo la dificultosa cuarta temporada, rodada en lo más crudo de la Gran Pandemia, suele constar cada campaña de diez capítulos de en torno a una hora de duración (aquella cuarta se quedó en 7 y la segunda llegó hasta los 13). Está prevista una sexta temporada, y la quinta, estrenada en el Segundo Año de la Gran Pandemia (2021), la acabo de gozar, plena de la brillantez habitual en esta maravilla cinematográfica para la televisión.
The Good Fight es, lo escribo ya, una serie de abogados. También una
secuela de otra serie de abogados (The Good Wife). Pero, como le pasa a
todo lo que es genial o roza la genialidad, sobrevuela y supera el género al
que pertenece, aquello que en principio es o pareciera ser, para convertirse en
una serie televisiva sobre la realidad estadounidense más presente que combina
magistralmente la comedia y lo dramático y así dar como resultado una
pequeña gran obra de arte llena de ritmo narrativo y de interpretaciones
actorales de máxima categoría.
Como The Good Wife, la serie The Good Fight ha sido creada (co
escrita y co producida) por el matrimonio estadounidense de cineastas
televisivos Michelle Stern (de casada, King) y Robert King, en este caso
contando con la colaboración de un tercer creador y guionista, Phil
Alden Robinson (en la escritura de la serie han participado hasta ahora
diez directores distintos y ocho guionistas, incluyendo en ambos casos al
matrimonio King). Y si la dirección artística de este portento es excelente,
sus guiones son quizá mejores, si cabe, de una agudeza expresiva tan veloz y
certera que nos convierte a los espectadores en ávidos detectores de sutilezas en
un permanente disfrute inteligente y divertido. Nada banal.
Su maravilloso reparto está encabezado por la principal protagonista de esta serie coral, la gran actriz estadounidense Christine Baranski, y de él podría destacar a Sarah Steele, Audra McDonald, Delroy Lindo, Cush Jumbo, Nyambi Nyambi, Michael Boatman o (incorporado en la quinta temporada) Mandy Patinkin.
En el diario El País he podido leer dos elogios creo que nada desmedidos
sobre The Good Fight. Mientras Natalia Marcos escribe sobre su quinta
temporada que la reivindica “como la serie que mejor y de forma más divertida
refleja el mundo actual", para el escritor Sergio del Molino “no ha nacido
aún otra serie que le llegue a las pantorrillas".
Lo dicho, mucho más que una serie de abogados. Quizás se pudiera decir de ella: LA SERIE.

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