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Palabras que usa la peña


En 2018, la lexicógrafa española Elena Cianca y su marido y escritor, también lexicógrafo, Emilio Gavilanes publicaron un interesante artículo titulado Voces y expresiones del argot juvenil madrileño actual.

En el resumen bibliográfico de ese texto podemos leer al respecto lo siguiente:

 

“Precedido de unas notas en las que se señalan algunas de las líneas generales del argot juvenil madrileño actual, este trabajo recoge las voces y expresiones más características de este lenguaje, ordenadas a manera de diccionario, alfabéticamente, proporcionando en cada caso definiciones, explicaciones y ejemplos que permiten conocer su uso, y señalando en muchas ocasiones las diferencias con el argot juvenil de generaciones anteriores”.

 

Cianca y Gavilanes explican la razón de ser de este pequeño diccionario suyo:

 

“Ofrecemos aquí un repertorio de voces y expresiones propias del argot actual de los jóvenes madrileños (los que nacieron en torno al cambio de siglo, poco antes o poco después), poniendo especial atención en aquellas que mejor lo caracterizan, en aquellas cuyo uso es mucho más frecuente en los jóvenes que en el resto de grupos de hablantes, y especialmente en las que han surgido en los últimos años, es decir, en las que ellos han introducido en la lengua, pero sin desatender otras que han heredado de generaciones anteriores, y que parecen “suyas” por la insistencia con que las emplean. Muchas no son exclusivas de los jóvenes madrileños y se conocen y usan en otros lugares. […]

Es curioso que muchos términos del argot de generaciones anteriores, que en su momento tuvieron mucho peso, hasta verse como elementos identificadores, hayan desaparecido del habla de los jóvenes de ahora. Por ejemplo, ya no hablan del loro, ni como ‘radiocasete’ (objeto que prácticamente no existe), ni como ningún otro aparato reproductor de música que podría haber heredado el nombre. También ha desaparecido la locución adverbial al loro ‘atento’ (Habla más bajo, que ese está al loro de lo que decimos). E igualmente han desaparecido del habla juvenil multitud de voces que hasta hace poco tenían mucho uso: queli ‘casa’, buga ‘coche’, sobre ‘cama’, bul o bulla ‘culo’, abrirse ‘irse’… Otros términos del argot de generaciones anteriores, sin embargo, siguen muy vivos en la que nosotros estudiamos: marrón, movida, tío, tronco… También resulta muy característica de este argot la abundancia de expresiones y recursos humorísticos, que, junto a otras particularidades de este grupo de hablantes, iremos viendo a lo largo de la recopilación que continúa.

Todas estas palabras y expresiones están recogidas directamente del lenguaje hablado (hay muy pocas que casi solo tengan uso escrito, en mensajes de redes sociales). Todas las hemos oído en su uso espontáneo”.

 

A mí me ha apetecido recoger algunas de sus entradas para que quien me lea tenga claro en qué consiste tan útil (y divertido, ¿por qué no?) artículo especializado. Son estas:

 

amo, ama. || el puto amo, la puta ama. m. y f. Es la manera enfática y positiva de referirse a una persona que controla o manda en una situación, o que sabe hacer algo muy bien. Sabe manejar el programa sin que nadie se lo haya explicado: es la puta ama.

 

cementerio. || parece menterio. Frase humorística que se usa como comodín, vacía de significado, en los silencios de una conversación, para simplemente hacer gracia, o como relleno humorístico. Es un juego de palabra con Parece mentira. La gracia reside en la semejanza sonora entre mentira y la inexistente *menterio, y por la palabra resultante al juntarse la última sílaba de parece con la siguiente: cementerio.

 

coño. || tener un coño de aquí a Logroño. loc. verbal. Frase que usa una mujer para presumir de que ella vale más que nadie. Quien la usa sabe que es ordinaria y provocativa. Quizá inventada por alguna tertuliana de programa rosa televisivo.

 

gordibuena. m. Mujer gorda y atractiva. Se usa más por escrito que en la lengua hablada. El término equivalente para hombres es fofisano.

 

mal. || ni tan mal. Esta fórmula se emplea cuando se presenta o se ofrece algo que no se esperaba y que viene bien. Nos sale por menos euros; pues ni tan mal, lo que quiere decir que si no es así no pasa nada, pero que es mejor que sea así. Un significado equivalente sería ‘No voy a decir que no’.

 

ojiplático, ojiplática. adj. Con los ojos como platos, asombrado, sorprendido. Esta es una palabra que a veces se dice que es característica del habla de los jóvenes. Ellos lo niegan. Es más de gente viejuna y hasta culta, que quiere pasar por joven y moderna.

 

peña. Gente. Había mucha peña. También significa el grupo de amigos. -Te vienes a tomar algo? -No sé, ¿quien va?; -Toda la peña de clase. Es una de estas palabras recuperadas del pasado en cuanto a su significado, pero con un nuevo contexto sintáctico.

 

puto. adj. Mucho, muy. Es un intensificador. Da puto asco. Es puto asqueroso. También se usa mucho como adverbio y este uso es muy interesante, por lo anómalo del orden de la construcción, y muy identificador de esta generación. Me puto flipa, Me puto encanta.|| el puto amo, la puta ama. V. amo, ama.

 

random. (Pronunciado rándom). adj. Inesperado, aleatorio, que no está en el contexto de la conversación. Te voy a contar una cosa; es algo muy random, pero es que me acaba de venir a la mente.

 

tronco, tronca. Vocativo para dirigirse alguien a su interlocutor, sobre todo entre amigos. Qué pasa, tronco. Es un uso que tiene muchos años (seguramente surge en los años 80 del siglo XX, o incluso antes), pero muchos jóvenes madrileños de ahora lo siguen empleando con profusión, si bien es cierto que el vocativo más empleado, con mucha diferencia, sigue siendo tío, tía, que viene de hace varias generaciones. Todos ellos son vocativos más o menos vacíos, automáticos, inconscientes. (Podríamos proponer esta secuencia en la serie de los vocativos: chico se usaba a principios del siglo XX y lo siguieron usando los nacidos en los años 20 y 30; macho comenzó a usarse en los años 60, quizá en los 50, y es seguramente el que tiene menos uso como vocativo; tío y chaval surgieron en los años 70-80, eran coloquiales y estaban muy extendidos; socio y colega surgieron igualmente en los años 70-80 y eran más jergales que coloquiales; tronco también surgió en los años 70-80 y era el vocativo más jergal. Todos se siguen usando hoy esporádicamente. Pero, como hemos dicho el que tiene más vitalidad es tío, tía).

 

unga unga. s. Machista rancio, primitivo. Se dice casi exclusivamente de hombres, casi siempre de varios, como un grado superior de heterobásico. Es muy despectivo. En plural es invariable.

 

zasca. m. Réplica o reacción inesperada que se le da a alguien y que le deja cortado, sin reacción. ¿Has oído lo que le ha contestado? Eso es un zasca. Se documenta como interjección en los años 70 del siglo XX [v. Seco-Andrés-Ramos (2011)].

 

 

Cómo citar el artículo en cuestión:

Gavilanes Franco, E.; Cianca Aguilar, E. (2018): Voces y expresiones del argot juvenil madrileño actual. Círculo de Lingüística Aplicada a la Comunicación 74, 147-168. http://webs.ucm.es/info/circulo/no74/cianca.pdf, http://dx.doi.org/10.5209/CLAC.60518

 

Y aquí puedes leerlo tú mismo completo: https://webs.ucm.es/info/circulo/no74/cianca.pdf.

 

Por cierto, lo de ni tan mal siempre quise creer que era un modismo típico de la tierra de mi madre, Cantabria, que es el único sitio donde, hasta hace bien poco, yo lo había escuchado.

 

Se me olvidaba, dicen Elena Cianca y Emilio Gavilanes que: 

(Queremos expresar nuestro más especial agradecimiento a nuestras hijas Ana y Lucía, que han sido las mayores y más pacientes verificadoras de nuestras observaciones).”

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