Zhao filma un poema suyo y de McDormand y Einaudi: Nomadland


Lo que se recuerda, vive
. La cineasta china Chloé Zhao escribe, dirige, monta y co produce una obra de arte, una producción estadounidense del Primer Año de la Gran Pandemia (2020, ¿recuerdas?) enormemente aclamada por espectadores y críticos cinematográficos: Nomadland, un largometraje de poco más de cien minutos para el que su autora se ha basado en el libro de Jessica Bruder Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, publicado en 2017 (“un retrato humano y honesto sobre las tripas de la economía estadounidense”, en palabras del periodista Juanjo Villalba, escrito por una periodista “que recorrió Estados Unidos en caravana para adentrarse en las condiciones de los trabajadores nómadas”).

Zhao se vale de tres pilares, uno de ellos esencial, sin el cual creo que todo este tejido sensorial tan palpitante se habría caído en pedazos: la música de Ludovico Einaudi, la dirección de fotografía de Joshua James Richards y la gigantesca interpretación de una como siempre inconmensurable Frances McDormand (ella sustenta, no por sí sola, gran parte del mérito narrativo, sonoro y visual de esta maravilla inconsolable).

La protagonista recita (de memoria) en un momento singular del largometraje el soneto XVIII de William Shakespeare (que ella misma había leído el día de su boda):

 

“¿A un día de verano compararte?

Más hermosura y suavidad posees.

Tiembla el brote de mayo bajo el viento

y el estío no dura casi nada.

 

A veces demasiado brilla el ojo

solar y otras su tez de oro se apaga;

toda belleza alguna vez declina,

ajada por la suerte o por el tiempo.

 

Pero eterno será el verano tuyo.

No perderás la gracia, ni la Muerte

se jactará de ensombrecer tus pasos

cuando crezcas en versos inmortales.

 

Vivirás mientras alguien vea y sienta

y esto pueda vivir y te dé vida”.

 


Vivirás mientras alguien vea y sienta. Vivirás mientras alguien vea y sienta. Algo así como aquello que un personaje le dice, sin recurrir a clásico alguno, a la propia McDormand (a su personaje) casi al principio del film: “lo que se recuerda, vive”.

Nomadland ha sido galardonada con tres premios Oscar: a la Mejor película, dirección y actriz (McDormand); dos Globos de Oro: Mejor película de drama y dirección; cuatro premios BAFTA: Mejor película, dirección, actriz (McDormand) y fotografía; el León de Oro (mejor película) del Festival de Venecia o el Premio del público a la Mejor película en el Festival de Toronto.

Todas las críticas que se pueden leer sobre este filme único son majestuosas, salvo esas excepciones que te hacen pensar en él de una manera más profunda si cabe, como la del argentino Horacio Bernades para el diario Página 12, que dice de Nomadland que "tiene una peculiaridad: su aparente condición de extraña a la masividad le asegura masividad: la película de Zhao & McDormand tal vez funde un nuevo género, el crowd pleaser de qualité, la película “importante” para todos los gustos”; o la de la mexicana Fernanda Solórzano en Letras Libres, para quien "lo que pretende ser un retrato de la precariedad termina por ofrecer una visión romántica de la misma, que, si bien captura con maestría paisajes espectaculares, no se involucra en las dificultades de los personajes”. El resto, el 98% de las críticas que uno puede leer, ya digo, son un elogio fascinado de una maravilla en la que uno puede asistir conmovido a la belleza de la soledad deseada en el amparo de la memoria enamorada.

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.