El novelista David Pérez Vega y los monos que nunca bailaron break

La quinta novela del escritor español David Pérez Vega, titulada Caminaré entre las ratas, apareció en el pobladísimo mercado literario español en unos días que fueron, que son, que seguirán siendo, muy malos para la lírica. Para la prosa. Y para la paciencia. Apareció cuando el mundo se disparaba en el pie asustado por su miedo y por su incompetencia para socializar el bien. En los primeros meses del infausto ya año 2020.

“Desde 2008 vivo en el país del volver a empezar, de los aprendices sin edad”.

Esa sería una buena presentación para Domingo, el protagonista-narrador de esta novela. Esta novela social con las lágrimas suficientes de pura ficción fabulada, esta novela protagonizada por alguno de quienes estuvieron durante la crisis de finales de la primera década del siglo XXI entre los más afortunados, aquellos que les tocó trabajar más por el mismo sueldo (o menos, en realidad).

“Mi vida como máquina defectuosa que nunca llegó a funcionar”.

Su prosa, la prosa de David Pérez Vega, es en Caminaré entre las ratas ascética, sucinta, directa, muy narrativa, pero también, como el poeta que él es, aparece teñida en ocasiones por la inevitable poesía sin la que las buenas novelas se quedan en meros divertimentos sin alma:

“La densidad de las palabras evitadas empieza a incendiar el aire que respiro”.

La novela resulta ante todo muy didáctica. Uno aprende mucho al leerla. Sobre economía, sobre enseñanza, sobre la sociedad española en la que vivimos más o menos perplejos.

[...]

El protagonista-narrador (que lee a Primo Levi, quien siempre nos recuerda, le recuerda a él, especialmente, “cómo hay que sobrevivir en lo oscuro” y del cual dice: “es mi guía en la oscuridad”) ha aprendido desde su comienzo laboral “que no existen empresas corruptas, sino que la corrupción es la esencia misma del sistema capitalista empresarial”.

Resulta a todas luces magnífica la explicación de qué es el neoliberalismo. En el imaginario personal de determinadas personas, como algunos de los personajes de la novela de Pérez Vega, “todos los hijos-de, los sobrinos-de, mujeres-del-sobrino-de eran héroes convencidos y aguerridos luchadores contra la opresión y la esclavitud a las que nos somete el Estado”.

Y Móstoles, el Móstoles de los últimos cuarenta años como subescenario de una auténtica novela española de hoy en día, más actual que un periódico.

“Éramos los hijos de los pueblos pobres de España, emigrados, desde Andalucía o Extremadura, hasta el extrarradio de Madrid. Nos habíamos creído, adueñándonos de una mitología ajena, que podríamos llegar a ser tan aéreos como Michael Jordan y estábamos, como no había dejado nunca de mostrarme mi padre, apegados al suelo raso de los santos inocentes de Francisco Franco”.

Porque esta es la historia de los monos que nunca bailaron break. Una historia en la que las ratas gigantes tienen, por fin, los días contados.



Este texto pertenece a mi artículo ‘Una (buena) novela española: Caminaré entre las ratas, de David Pérez Vega’, publicado el 23 de agosto de 2020 en Aquí Madrid, que puedes leer completo EN ESTE ENLACE.

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.