I
II
III
IV
V
la mano de mi
madre y la ropa de mi madre y la risa de mi madre
la plaza desnuda
que no es todavía plaza
sin bancos aun
tal vez sin
árboles
recuerdo el frío
de los inviernos fríos
y casi nada del
calor de los veranos
una pelota
insignificante y las carreras de verdad de mis amigos que aun son mis amigos
una pelota que
nunca era un balón y la algarabía sin tregua
y los vasos de
agua en los bares
las fotos que me
hicieron las recuerdo casi todas
las horas de mis
hermanos las recuerdo
las mujeres que
ahora son y entonces eran niñas y yo creía quererlas y yo no sabía quererlas
recuerdo ya más
cerca a mi amigo difunto Manuel Caballero a quien llamamos El Pelos
recuerdo a Juli
y a Jose y a Manolo y a Rafa y a Santi y a Bayo y recuerdo a Quique
las paradas
bonitas y los goles regañaos
los rescates y
los escondites
el látigo y el
pañuelo
recuerdo a mis
abuelos vivos entonces y ya tan muertos
y las historias
de mis abuelos muertos tanto antes
las palabras de
Isabel, la madre de mi padre, las palabras y las galletas y el olor de sus
jabones
lo alto que me
parecía mi abuelo Ricardo
y su ponerse de
portero en un partido de fútbol en Villaverde
los dos rombos
en las pantallas de los televisores en blanco y negro y a la cama sin rechistar
a los tres
Mosqueteros y al conde de Montecristo
y a Rocambole y
a los doce hombres sin piedad
las películas en
los cines de mi barrio en sesiones dobles ya empezadas
y las butacas y
su ruido
recuerdo el olor
de los libros del colegio antes de los forros y antes de las clases de otoño
los pupitres y
los plumieres y las palabrotas dichas para la carcajada no para el daño
recuerdo a Zoco
meter un gol en el último segundo
y adorar a esos
jugadores de blanco ya para siempre
a Amancio y a
Gento, a Pirri y a Juanito
y a Santillana y
a Camacho
y no recuerdo a
Gallego y a Fusté y a Rifé ni a Martí Filoxía ni a Asensi
aunque sí a
Gárate y a Luis
recuerdo los
pantalones cortos hasta en el frío de los fríos inviernos de escarchas diarias
recuerdo no
recordar el calor de los veranos calientes en la ciudad caliente cuando el
Caudillo
recuerdo no
recordar la ignominiosa paz de los cementerios más grises
e imagino a sus
muertos
recuerdo la
playa y el cubito y un rastrillo y el agua de la mar atlántica de mi Suances
del alma
a mi tía
Angelines y a mi tío Joselín y a Prudencio y a Maricarmen y a mis docenas de
primos
recuerdo a Quico
que se fue en
medio de la desgracia de la sangre envenenada por nadie y por todos
y a Chuchi el
mayor que me regaló mi primer par de botas de fútbol y la grasa para cuidarlas
y me llevó al
Santiago Bernabéu para que oliera
para siempre
el césped y
sintiera la gloria de las respiraciones
recuerdo a los
Beatles y el fulgor de la música descubierta en las estanterías de mi tío
los Doors, los
Kinks, los Stones, Led Zeppelin… y luego
recuerdo
acercarme a todo lo que vendrá después
recuerdo ya lo
he dicho a Cuca que es mi madre y a Ricardo el hijo de Ricardo e Isabel
que es mi padre
el hombre que
soy lo recuerda
el hombre en que
me convirtieron desde el niño que recuerdo lo recuerda
recuerdo a mis
padres cuando eran jóvenes y reían a menudo y ella cantaba
ay ay ay cómo se
la lleva el río
recuerdo a mis
padres cuando Maite y Richard siquiera existían
todavía
les recuerdo a
los dos
a Ricardo
fumando un puro cada tarde de domingo y quemando la vitola y gustándose
a Cuca dejándose
las pestañas sacando puntos a las medias de las demás mujeres
a los dos juntos
bailando en las bodas aunque ellos ya no lo recuerden
recuerdo a
Ricardo y a Adelaida que es Cuca y que fue Josefa y Josefina pero también La
Jose
recuerdo a mis
padres en el eterno instante de una tarde de verano en Suances
felices de
aquella tarde que es desde aquella tarde el recuerdo de mis padres
recuerdo a un
niño de pelo dorado posando para una foto con su hermano
recuerdo a un
niño que ha dejado de serlo de la mano de su hermana
con un
papel doblado y enterrado en uno de los bolsillos del niño que fueII
Mi infancia son
recuerdos
de un patio de Villaverde
y no es broma
de un patio y sus higueras
y sus sillas de madera
o de latón
y de mis abuelos
Isabel y Ricardo
y de las tardes de domingos
de transistores
de un patio de Villaverde
y no es broma
de un patio y sus higueras
y sus sillas de madera
o de latón
y de mis abuelos
Isabel y Ricardo
y de las tardes de domingos
de transistores
Mi infancia es
memoria
de las calles de Legazpi
y de las fuentes del Matadero
donde reparar
una sed pletórica
y de niños y niñas jugando
al rescate y al látigo
riendo sin desgaste
en los fríos y en los calores
madrileños
de las calles de Legazpi
y de las fuentes del Matadero
donde reparar
una sed pletórica
y de niños y niñas jugando
al rescate y al látigo
riendo sin desgaste
en los fríos y en los calores
madrileños
Es mi infancia
todavía
una patria sin muertos
la vida antes de vivirla
el país de unos héroes
hechos a la medida
de la clase obrera
una patria sin muertos
la vida antes de vivirla
el país de unos héroes
hechos a la medida
de la clase obrera
III
No soy capaz de
saltar a la comba
ni de tocar la
guitarra
o piropear a
las chicas
juego a los
pistoleros con mis amigos
y a las chapas
y a las bolas
y a la dola
y a mil juegos
o más
Me siento con
ellos a leer tebeos
echamos
carreras
corremos por
correr
horas
vueltas y
vueltas a la plazoleta
vamos al
Matadero
para beber agua
y pedimos
permiso al guardia
y nos vamos
a seguir con lo
que sea
Un partido de
fútbol
y luego otro
y otro
sin tiempo ni
espacio
elquemetaelpróximogolgana
y de vuelta a
casa
a la tele y sus
dos rombos
a la cama y sus
mantas
Mañana al cole
Mañana es hoy
IV
llega la noche
y el baile se hace necesario
las bebidas y
las risas se acomodan sin esfuerzo
urge sentirse
bien y surtirse de lo vivo
algo muy
parecido a la felicidad ya es excitante
llena de una
emoción fresca y decisiva el local
nos hace
sentirnos en la plenitud ajena a las alarmas
todo es
favorable y sin resquicios
hay una sincera
novedad exacta de plata
genuina y
merecida
una caricia en
el alma de todos nosotros
todo ocurre ya
en la noche deslumbrante
clara y sin el
empeño agotador de la luz
en el fragor de
los sudores favoritos
cuando el
disfrute de la música suculenta y juvenil
nos aturde
hasta el límite del placer ensayado
poco antes de
imaginarnos eternos
V
yo era un niño
con pantalones
cortos
con cromos
y bolas y
chapas
yo sabía mil
juegos
y beber de las
fuentes
y Jose y
Antonio
correr y correr
sabíamos
tras los
balones
y tras nosotros
éramos de
barrio
siempre con
espadas
solo en
nuestros puños
yo era un
estudiante
y Jose y
Antonio
de colegios muy
cerca
muy cerca y
pequeños
tan a la mano
oliendo a goma
de borrar
eran los años
setenta
cuando los
billares
y las calles
tan nuestras
y la muerte
llamando
llamando a
otras puertas
VI
son golondrinas
por la mañana
son golondrinas
murciélagos por
la tarde
es junio el mes
y no hay
colegio
no hay olor a
goma de borrar
ni al pis de
los váteres
todo sabe a
estío
a los meses sin
relojes
a las horas elásticas
sabe a carreras
y a tebeos
es lo que somos
niños en el
tiempo
espíritus
invencibles
con los cuerpos
de dioses
niños en las
calles
solamente niños
solamente
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.