Lo más
escalofriante de las memorias de Springsteen se va destilando suavemente,
dolorosamente, a lo largo de sus páginas, pues, a veces, fuera de los
escenarios, de su trabajo, de su rock and roll, podía (¿puede?) sentir “una
felicidad, la hermana brillante de mi
depresión, que brotaba directamente de la fuente de juventud de los Zerilli
[el apellido de soltera de su madre, Adele
Zerilli], pero dejarme ir totalmente… no era lo mío. La sobriedad se
convirtió en una suerte de religión”.
De aquellos
tiempos de The river data el
surgimiento del interés del músico de Nueva Jersey por la Historia. Sí, por el pasado, para ser más exactos:
“¿Cómo podía llegar a saber quién era yo si ignoraba
de dónde procedía personal y colectivamente?”
Explica
Springsteen, con su poética elocuencia de roquero auténtico, que “había vivido
lo bastante para saber que la historia es algo cerrado que no puede cambiarse.
Puedes seguir adelante, con un corazón endurecido en los puntos en que se ha
roto, crear un nuevo amor. Puedes forjar a martillazos el dolor y el trauma en
una espada justiciera y usarla para defender la vida, el amor, la gracia humana
y las bendiciones de Dios. Pero nadie
puede repetir lo ya hecho. Nadie puede volver atrás y sólo hay un camino de
salida. Adelante, hacia la oscuridad”.
No es
descabellado pensar en algo doloroso, difícil, tal vez terrible, cuando se
escucha el desnudo disco Nebraska.
Pues bien, a “la silenciosa quietud” de Nebraska,
a su publicación (últimos meses de 1982), le sucedió la indudable llegada de la
depresión, que brotó incontrolable.
“Su lodo negruzco amenaza con ahogar cada última
porción de vida que hay en mí […].
Mi depresión borbotea como un vertido de petróleo que
contamina el hermoso lago de color verde turquesa que es mi cuidadosamente
planeada y controlada existencia”.
Necesitaba
ayuda profesional. Y la obtuvo. Ayuda para “mi gran y oscuro mar”. Un gran y oscuro mar que había sido capaz de
transformar en “música, amor y sonrisas”:
“Los resultados de mi trabajo con el doctor Wayne Myers [fallecido en 2008] habitan
en el corazón de este libro”.
Este texto pertenece a mi artículo '¿Quién es Bruce Springsteen?', publicado el 8 de noviembre de 2018 en Nueva Tribuna, que puedes leer completo AQUÍ.
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