Algeciras es una populosa ciudad portuaria andaluza de la provincia de
Cádiz. Más de 600 años musulmana, recién empezado el siglo XVIII, españoles
procedentes de la conquistada y cercana Gibraltar fundaron la actual urbe sobre
los restos de la medina andalusí. Si en sus proximidades tuvo lugar cien años
más tarde la famosísima batalla de Trafalgar, otra centuria después, ya en
1906, se celebró en ella una reunión internacional de aquellas que no pudieron
impedir el estallido de la que sería Primera Guerra Mundial.
La Conferencia de Algeciras se celebró desde el 16 de enero hasta el 7 de abril de 1906 para acabar con el enfrentamiento que la cuestión de la soberanía de Marruecos venía provocando entre Francia y una Alemania que veía con muy malos ojos la creciente influencia francesa en el norte de África. A aquel congreso asistieron las representaciones diplomáticas de los dos países causantes de su convocatoria, pero también las de Bélgica, Italia, el Imperio Austro-Húngaro, Países Bajos, Suecia, Portugal, Estados Unidos y Rusia, así como las de España y las del propio Marruecos.
Aunque el acta final de la Conferencia declaró de una manera explícita el ejercicio de la soberanía por parte del sultán marroquí Abd al-Aziz, lo que verdaderamente se reconoció fue la supremacía francesa en aquellos territorios pues se establecieron dos áreas de penetración, una meridional, la más extensa, francesa, y otra más reducida, al norte de la cordillera del Rif, española. Seis años después, la Convención de Fez establecería el Protectorado francés. Y meses más tarde, se proyectó el Protectorado español sobre el resto del territorio marroquí.
Sí, con el cónclave
diplomático del año 1906 celebrado en Algeciras se puso punto y final a la que sería
dada en llamar primera crisis marroquí,
pero la ciega carrera hacia la destrucción que habría de estallar en 1914 prosiguió
su lúgubre camino.
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