El Silencio de Scorsese y el Dios de los cristianos

La fe es un don de Dios. Eso repetía, y eso le repetíamos a él, uno de mis profesores de Religión en el instituto durante mi educación secundaria. Cura, por supuesto, en aquellos tiempos preconstitucionales, en aquellos reciénconstitucionales. Y la fe es un don de Dios es cuanto logré aprender de toda mi formación religiosa, católica, por supuesto, muy católica. Algo cristiana, de paso.

Y la fe es un don de Dios es casi lo único que se me ocurre decirme a mí y en voz alta cuando acabo de ver el Silencio de Scorsese.

Silencio, Scorsese quiere conmovernos desde su conmovedora manera de comprender el asunto divino, la trascendencia cristiana y toda la parafernalia sicológica y espiritual atada a la religión que tiene a Jesucristo como invencible tótem y a su padre y a la Virgen (y a eso que llaman Espíritu Santo, insondable y misterioso, más misterioso que nada que puedas imaginar aunque hayas recibido años y años de educación pretendidamente cristiana). Y silencio es lo que se queda en mi alma cuando acabo de ver el Silencio de Scorsese, un silencio roto por aquel recuerdo perdurable, aquella enseñanza victoriosa que afirma que lafeesundondeDios. Aquí y en el Japón.


[Por cierto, Liam Neeson 
repite papel de jedi, 
en esta ocasión es 
un derrotado jedi jesuita 
en aquel Japón cerrado 
a cal y canto.]

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.