A Fito Páez, hijo de una pianista (Margarita Zulema Ávalos) y un administrativo argentinos, casi nadie le conoce como Rodolfo Páez Zulema. El grandioso artista que es Fito Páez nació en la ciudad argentina de Rosario pocos días antes que yo: el 13 de marzo de 1963. Músico (compone sus propias canciones, es un cantautor por tanto, si cantautor no significara en España un tipo de músico asociado a un tipo de canciones determinado), es también, aunque menos, director de cine, guionista e incluso novelista. Poeta, por supuesto, aunque no publique poemarios. Los canta.
Al lado del camino dice…
Me gusta estar al lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vérmelas con la resaca
Entonces navegar se hace preciso
En barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido
Creo que esta si es la parte más pesada
En tiempos donde nadie escucha a nadie
En tiempos donde todos contra todos
En tiempos egoístas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos solos
Habrá que declararse incompetente
En todas las materias del mercado
Habrá que declararse un inocente
O habrá que ser abyecto y desalmado
Yo ya no pertenezco a ningún istmo
Me considero vivo y enterrado
Yo puse las canciones en tu walkman
El tiempo a mí me puso en otro lado
Tendré que hacer lo que es no debido
Tendré que hacer el bien y hacer el daño
No olvides que el perdón es lo divino
Y errar a veces suele ser humano
No es bueno nunca hacerse de enemigos
Que no estén a la altura del conflicto
Que piensan que hacen una guerra
Y se hacen pis encima como chicos
Que rondan por siniestros ministerios
Haciendo la parodia del artista
Que todo lo que brilla en este mundo
Tan solo les da caspa y les da envidia
Yo era un pibe triste y encantado
De Beatles, Caña Legui y maravillas
Los libros, las canciones y los pianos
El cine, las traiciones, los enigmas
Mi padre, la cerveza, las pastillas
Los misterios, el whisky malo
Los óleos, el amor, los escenarios
El hambre, el frio, el crimen, el dinero y mis diez tías
Me hicieron este hombre enreverado
Si alguna vez me cruzas por la calle
Regálame tu beso y no te aflijas
Si ves que estoy pensando en otra cosa
No es nada malo es que pasó una brisa
La brisa de la muerte enamorada
Que ronda como un ángel asesino
Mas no te asustes, siempre se me pasa
Es solo la intuición de mi destino
Me gusta estar al lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta regresarme del olvido
Para acordarme en sueños de mi casa
Del chico que jugaba a la pelota
Del 4 9 5 8 5
Nadie nos prometió un jardín de rosas
Hablamos del peligro de estar vivo
No vine a divertir a tu familia
Mientras el mundo se cae a pedazos
Me gusta estar al lado del camino
Me gusta sentirte a mi lado
Me gusta estar al lado del camino
Dormirte cada noche entre mis brazos
Al lado del camino
Al lado del camino
Al lado del camino
Es más entretenido y más barato
Al lado del camino
Al lado del camino
Fito Páez,
a sus entonces 36 años (casado entonces con la gran actriz argentina Cecilia
Roth, que ese año obtendría su segundo premio Goya, por Todo sobre mi madre,
después del que mereció dos años antes por la maravillosa Martín Hache),
canta y toca el piano y algunos de los teclados que suenan, junto a él
escuchamos las guitarras de Ulises Butrón, Gabriel Carámbula y Guillermo Vadalá
(este último se responsabiliza del bajo, también), la batería de Shawn Pelton y
los teclados de Claudio Cardone (y del propio Vadalá). Pero hay muchos músicos
más haciendo sonar maravillosamente el bandoneón, alguna percusión, trompetas,
saxos, trombones, haciendo coros…
Producido
por el estadounidense de origen sudafricano Phil Ramone (alguien que produjo a
lo largo de su dilatada y reconocida carrera a artistas de la talla de Burt
Bacharach, Ray Charles, Bob Dylan, Aretha Franklin, Billy Joel, Elton John,
Quincy Jones, B. B. King, Madonna, Paul McCartney, Paul Simon, Frank Sinatra,
Rod Stewart o Liza Minnelli, por citar a los más grandes… junto a Paéz), Abre
fue grabado en el estudio bonaerense Circo Beat Studios y en el neoyorquino Right
Track Studios, donde fue finalmente mezclado por Frank Filipetti.
El diseño de su cubierta (tapa, diría Fito Páez) es del argentino Alejandro Ros y la fotografía del rostro del músico es de su también compatriota Eduardo Martí.
Un año más
tarde, en la edición de 2000, Páez se alza con sus dos primeros premios Grammy
Latinos (Mejor cantante masculino de rock y Mejor canción de rock, por Al
lado del camino). Hoy tiene seis más, los dos últimos logrados el año
pasado por el elepé La conquista del espacio (para mí, uno de los
mejores discos grabados en español de aquel 2020) y el tema incluido en él La
canción de las bestias.
Yo compré Abre
en su momento. Y aún me estremece escuchar todas y cada una de sus
canciones. Son parte de mi buena estrella.
Ya ha corrido mucha agua debajo de este puente
Me ha sobrado y me ha faltado inspiración
Puede ser que suene muy desafinado
Es que me desafina el corazón
Vamos hoy a levantar la copa del amigo
Necesito estar lo más cerca que pueda de ti
Y fundirme con tu espíritu divino
Y sentir que sí se puede ser feliz
Times are changing, times are changing
Times are still changing, they're changing for me
A todos algo ya nos ha golpeado duro
Y vimos algo tras el velo del amor
Pero es que ya no soy tan chico
Ni tan puro que hasta
Me parece ingenuo el rock and roll
He perdido y he encontrado mi cabeza despertándome
En el charco de la sangre del mezcal
Con la cara un poco más desfigurada
Ten cuidado con las mezclas y a no desanimar
Times are
Es genial por fin haber tocado fondo
Porque ya no se puede bajar mucho más
Ves ese hilo de luz que está arriba
Es tu buena estrella, te protegerá
Entonces cuando todo al fin se vuelve insoportable
Cuando el mundo y el veneno dan dolor
Todavía está allí tu buena estrella
Buena estrella para todos, para vos
Times are
Yo también jugué muy sucio
Y en eso estoy de acuerdo
Cuando hablé desde el sentido y la razón
Pero es que existe una ley
Nadie, nadie es perfecto
Vos también tendrás lo tuyo, corazón
Nos veremos en la cárcel o en concierto
O yendo tras algún perfume de mujer
Nos veremos en el siglo XXI
Una buena estrella también viene con él.
Nos vimos
en el siglo XXI, sólo era una cuestión de actitud.
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