Let it be, la película

Grabada en enero de 1969, dirigida por el cineasta británico Michael Lindsay-Hogg, la película documental Leti t be, protagonizada por el que es considerado habitualmente por muchos como el mejor grupo de la historia de la música (pop), tardó en estrenarse dieciséis meses, muy poco después de que The Beatles se separaran.

 

“Let it be, la película maldita, el documental que fue visto en su tiempo como la crónica de la descomposición de The Beatles”.

Ricardo de Querol: mayo de 2024, en El País, sobre la película Let it be

 

Durante décadas, la película fue pasto del olvido, hasta el punto de que ninguna plataforma televisiva la tenía en su catálogo y nadie la reeditaba en formato alguno. Pero…

En 2024, remasterizada por la compañía neozelandesa especialista en postproducción Park Road Post Production, la del cineasta Peter Jackson que tres años antes ya devolvió a la vida buena parte de lo grabado por Lindsay-Hogg (después de trabajar las 60 horas de vídeo y 150 de audio que se habían grabado en aquel remoto 1969 para dar a la luz la sensacional y larguísima, menos mal, Get back), se estrenó una versión visual y sonoramente espléndida de los casi 90 minutos de Let it be.

Lo que Lindsay-Hogg grabó un año antes de la separación del grupo con la dirección fotográfica de Anthony B. Richmond (y dio lugar no solamente a Let it be sino también a la versión larga, muy larga, de 2021, de Jackson) fue la preparación de The Beatles para regresar a los escenarios, aunque lo que en realidad rodó fue… la sintonía e implicación artística que seguía existiendo entre los cuatro Beatles después de tantos años juntos (desgastada e intacta a la vez), al mismo tiempo que una visión de cómo el grupo se estaba convirtiendo en el grupo de Paul McCartney, pero sobre todo la majestuosidad de la cotidiana realeza artística de unos músicos que tenían en sus manos y en sus corazones la música popular de su tiempo. Y ese final con el Concierto del Tejado…