El Magnífico Ed Harcourt

El músico británico Ed Harcourt (su nombre completo es Edward Henry Richard Harcourt-Smith) nació en Londres en 1977. Antes de su carrera en solitario grabó en la década de 1990 un par de elepés como cantante, bajista y teclista de un grupo llamado Snug. El estadounidense Tom Waits es uno de sus ídolos artísticos.

Su primer disco ya como Ed Harcourt fue un epé, publicado en 2000, titulado Maplewood, al que siguió un elepé un año después, Here be monsters, que ya consiguió bastante atención de crítica y público (¡lo que le permitió incluso hacer una gira junto a REM y Wilco¡). Además de componer para otros artistas (Jamie Cullum, y colaborar con ellos, como por ejemplo Marianne Faithfull, Sophie Ellis-Bextor, Lisa Marie Presley o The Libertines), el reputado Ed Harcourt grabó, en 2001, un elepé (Strangerlands) junto a Cass Browne (ex de Gorillaz e integrante de Senseless Things) y Richard Jones (de The Feelings), haciéndose llamar los tres Loup Garoux.


En 2024 apareció el extraordinario El Magnifico, el decimosexto elepé suyo en solitario, uno de los mejores álbumes de música pop del año (que tardó meses en salir en formato físico, tanto en vinilo como en cedé, pues, como ocurre con parte de su discografía, los cuatro discos anteriores, por ejemplo, sólo estaba disponible en formato digital descargable). Las catorce canciones del disco han sido producidas por él. En una de ellas, la extraordinaria Broken keys, canta con Harcourt Greg Dulli (integrante de The Afghan Whigs).

Matt Collar (que dice de Ed Harcourt, “un roquero triste” que es “conocido por su habilidad para crear himnos pop embriagadores”) escribió en allmusic.com de El Magnifico que es “un álbum en el que vuelve a su característico pop de cámara lírico y melancólico tras una serie de álbumes instrumentales”, a sus canciones introspectivas influidas por sus muchas escuchas de la música de Chet Baker, Nick Cave o Jeff Buckley. “Pop vocal elegiaco”, y excelente.

En abril de aquel año 24, al poco de aparecer El Magnifico, Raúl Julián en la imprescindible Mondo Sonoro lo tachaba de pretencioso (sic) y añadía que, con lo que le gustaba a él Ed Harcourt, aquí “se le ha ido considerablemente la mano: se le ha ido con la épica; se le ha ido con el azúcar; se le ha ido con los arreglos; se le ha ido con la producción. Se le ha ido la mano, en definitiva, con unas canciones que desbordan y suenan excesivas se miren por donde se miren, hasta restarle una considerable dosis de credibilidad”.

Que se le ha ido la mano. Esto de las escuchas (o de los gustos, ya sabes) es lo que tiene. Siempre hay quien te chafe el disfrute de la excelencia o quien no te permita encochinarte satisfactoriamente en el desprecio de alguna creación artística. Según.

En Strange beauty, Harcourt canta: "¿Qué debo hacer con esta felicidad que me está abriendo el pecho?".

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