Elefantes (me hace feliz)

 

Azul, duele el azul, aunque yo no lo sabía (porque lo eché al olvido), se me van cada vez, cada mañana, se me van mis sueños de ser como somos, nubles blancas. Se me escapa el tiempo.

 

Elefantes, el sensacional grupo español de pop formado en 1994 en la ciudad de Barcelona, está integrado por su cantante y compositor de su repertorio Shuarma (Juan Manuel Álvarez Puig), el baterista Jordi Ramiro, el bajista Julio Cascán y el guitarrista Àlex Vivero.

Elefantes, esos tipos “soñadores, idealistas y, sobre todo, ultrarrománticos”, a decir del periodista musical Fernando Neira, una banda apasionada, de las que aman la entrega “y las energías compartidas”, son “herederos de la mejor tradición del pop melódico de los setenta desde la perspectiva artística del rock y las guitarras eléctricas”. Dice Neira de su líder, ese gran compositor y cantante que es Shuarma, que “es Camilo Sesto acariciándose la melena frente al espejo y sopesando pintarse el rayo de Aladdin sane en mitad de la cara”. La afectación enredada en la elegancia sencilla del pop sofisticado. Veo como lo ve Neira en ellos una candidez bondadosa casi primigenia, encomiable y necesaria. A sorbos.

 

Que todo el mundo lo sepa, que te quiero, que te quiero donde haya silencio, desde aquí hasta donde me llegue información (cada vez que oiga tus pasos). Quizás.

 

Su primer epé (llamado como ellos, Elefantes), vio la luz en 1996, y su primer elepé (El hombre pez) es dos años posterior. En 2024, cuando se cumplieron sus treinta años juntos, sacaron dos elepés, ninguno con canciones nuevas: 30 aniversario / tratado sobre jardinería (un grandes éxitos al que se añadían rarezas y versiones de temas de otros) y el de su concierto de un año antes en el festival Sonorama (Elefantes y amigos…).

 

No me pidas piedad, no te arrodilles, se me va. Me he vuelto a equivocar. Por ti la música que hago en mil direcciones suena hoy por verte pasar: volvió la luz.

 

La primera vez que los escuché fue en 2000, a mis ya 33 años, cuando llegó a mí su maravilloso segundo elepé: Azul.

Me gustaría poder hacerte feliz. En algún lugar daré con algo que tú necesites. Verte sonreír mientras suelto a volar tus sueños y suena la música. La música de Elefantes.