La siesta

Yo sé cuál es la causa de tanta zozobra, de tanta secular porquería planetaria, si me permiten los amigos de los tiburones, de los falsos profetas de qué fácil es lo mejor: la razón de toda esta sinsustancia terráquea, lo que nos hace vulnerables a la mediocridad, lo que soluciona toda esta abracadabrante vesania…

¿Lo digo?

Venga va.

Lo que nos lleva a la extinción es la falta de siestas.

que medio planeta ignore esa delicia

eso es lo que nos hace ser la mierda que somos

 

Quiero dormir la SIESTA, me mata el carácter, me digo a mí mismo aymamitamía y sé que lo mejor no siempre es lo bueno (¿o era al revés?).

Me dispongo a ponerme cómodo, de pijama y orinal decía de ella Cela.

Voy camino de la cama, como Siniestro Total, reducido a escombros para lo demás: mientras escucho a David Byrne, mientras abro el libro con el que sucumbir.

¿Qué tendrá este sosiego de dioses?

Quiero creer que es el reposo del guerrero, el verdadero reposo del guerrero.

¿Verdad?