Saltburn y su cándida provocación
El segundo largometraje de la cineasta británica Emerald Fennell, escrito y dirigido por ella, se titula Saltburn, dura poco más de dos horas razonablemente bien administradas y se estrenó en 2023.
"Grande en estilo pero escasa en sustancia (...) Sin duda, Saltburn tiene actitud, pero nada nuevo que decir", escribía Peter Debruge en Variety. No es lo que más me interesa cuando veo una película, que tenga algo nuevo que decir, pero sí que creo que es cierto lo demás. Y quizás sí tenga algo nuevo que decir. Ese mundo interior complejo y perturbador de un advenedizo en un mundo idiota de ricachones que viven despreocupadamente del esfuerzo de otros, eso creo que es nuevo, para mí lo es. El problema es que a mí no me interesa.
La fotografía de este thriller con tonos de
comedia, de esta comedia con tintes de thriller, en algunos momentos
hermosísima, fue responsabilidad de Linus Sandgren, y sus actores,
equilibradamente correctos fueron Barry Keoghan (quizás algo exagerado, pero a
punto de hacer algo memorable), Jacob Elordi, Rosamund Pike, Richard E. Grant, Alison
Oliver y Archie Madekwe.
“Audaz, aunque imperfecta, segunda película de Fennell
como directora": lo clava Tomris Laffly en The Wrap.
También acierta, para mi forma de entender el cine, David Ehrlich cuando escribe en IndieWire que Saltburn es “otra cándida provocación cuya imaginería es más eficaz que sus ideas”.
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