Mikel Gurrea rueda Suro en el año de la excelencia del cine español

El primer largometraje del cineasta española Mikel Gurrea fue estrenado en 2022, es un drama que puede ser considerado (yo no) un thriller y lleva por título Suro (en catalán, ‘corcho’). Sus medidísimas casi dos horas son una muestra de cine bien hecho, bien filmado, bien narrado, bien presentado, bien interpretado. Pero no solamente cine correcto, como parece deducirse de tantos bienes. Es algo más, es cine espléndido, un magnífico debut para alguien que parece tener mucho que contarnos.

 

"Sorprende con su acercamiento a los conflictos sociales y de pareja a través de una finca de alcornoques (...) Tensa, oscura y muy sólida, sin innecesarios subrayados, llena de buenas elipsis".

Elsa Fernández-Santos (El País)

 

Para mí también es una obra tensa y oscura.

Gurrea no sólo dirige Suro, también la escribe, junto a Francisco Kosterlitz. Carlos Loureda escribió en Fotogramas que es una película "demoledora y brutal” donde se puede disfrutar de “la solidez cinematográfica de Mikel Gurrea”.

La música original del film es de Clara Aguilar y la espléndida fotografía de Julián Elizalde.

Para Luis Martínez (crítico cinematográfico de El Mundo), la película (“un prodigio”) es "un western pleno y feroz en la España vacía”. Y cosas de los westerns tiene, sí, aunque la acción transcurre en nuestros días.

En cuanto a la interpretación, todos los actores están a un gran nivel, y eso que la mayoría son debutantes en estas lides, pero por encima de todos raya a un nivel alto, habitual en ella, dada su clase, Vicky Luengo, muy bien secundada por Pol López.

Suro ("una potente parábola sobre la inmigración, una película apasionante atravesada de cabo a rabo de buen cine" para Juan Sardá en El Cultural) se alzó con tres de los Premios Gaudí del año de su estreno: a la Mejor dirección novel (Gurrea), a la Mejor actriz (Luengo) y al Mejor actor (López).

De lo que cabe duda es de que el debut de Gurrea es un interesantísimo esfuerzo logrado por ir dibujando lentamente una “tensión callada” en torno a las vicisitudes de una experiencia arriesgada de vivir en pareja en un ámbito inevitablemente hostil. Lo de tensión callada también lo defendió Sergi Sánchez en La Razón.

Suro es una película que merece mucho la pena. Una película de un año, el 2022, muy especial para el cine español, repleto de excelentes filmes.