Unas risas justo antes de Cristo

Justo antes de Cristo es una comedia. De romanos. Una comedia de romanos. Pero no es una serie de romanos, aunque también, pero no sobre todo. Transcurre, ya es irse atrás y lejos, aunque no tanto, en la Tracia de los tiempos en que Roma va camino de ser un imperio. Tracia. Y la gracia. Que la tiene.

Seis episodios en lo que preferiría creer que es la primera temporada de una serie de humor, cómica pero no constantemente descacharrante e idiota; seis episodios de menos de media hora de duración cada uno. Esta serie española de televisión, de este año 2019, creada y escrita por Juan Maidagán y Pepón Montero, también dirigida por ellos, aunque algunos episodios corren a cargo nada más y nada menos que de Nacho Vigalondo y Borja Cobeaga, está a punto de ser una comedia brillante, perdurable, y se queda a las puertas, ya digo, de la excelencia cómica para no ser más que una cadena de situaciones cómicas más o menos bien hilvanadas por un guion con justificadas pretensiones de alta comedia. Lo mejor, las interpretaciones, las de sus principales protagonistas, Julián López y Xosé A. Touriñán, pero también y muy especialmente la de Manolo Solo, sin desmerecer la de Eduardo Antuña.