Microrrelatos musicales (tercera entrega)

con la balsa se fueron a naufragar, lo decía la canción

 

estaba escuchando a Caetano Veloso cuando una palabra aterrizó a sus pies y emprendió el vuelo después de haberle limpiado el zapato

 

bailo sin darme cuenta en el andén del metro, poco antes de que llegue mi tren, y ahora ya solo me importa que la música siga ahí cuando todos mis huesos se detengan y vuelvan a respirar

 

escucha bien la canción, deja que la música siga su curso y merodee tu silueta, atiende a lo que dice la cantante envuelta en la gasa de las palabras que escribiste para ella y dime si no percibes hasta el olor de la mismísima gloria

 

¿a quién amas tú? pregunta una y otra vez la canción con esa cadencia tan de final del mundo, tan de principio de una sensación alborotada

 

el violín ha aprendido la música del barrio donde ella se trasladó cuando la vida iba ya yendo en serio

 

música para el alma la decían o del alma, cuando en realidad es la más espectacular música para el cuerpo que jamás se haya compuesto y se haya interpretado, uauuuuuuuuuuu

 

ha recordado la canción que cantaban sus compañeras de colegio en las tardes de clases de dibujo y de manualidades en aquellos años del mundo por hacer

 

baila en la sala vacía acalambrado por el alcohol y solo, pero todavía hay luces, todavía se escucha la música de Roy, la voz y el latido soberano de los compases de Orbison y su banda

 

no sabes si la voz de Dylan al cantar hace de la canción el susurro que es o el látigo que en realidad parece

 

Bowie se acerca a la ropa que está encima de la silla y que le está esperando para cambiar para siempre el signo de los tiempos


 

Beach House hacen que mi habitación se llene de la niebla atlántica de una noche de otoño

 

somos una banda americana canta la guitarra estridente de Yo La Tengo en la noche repleta de posibilidades, poco antes del grito y los portazos

 

está sonando en la habitación de al lado un blues de Jimmy Witherspoon mientras a ella le resbala una gota de sudor desde no sabe dónde

 

la E Street Band sabe que si Max guiña un ojo la música ha de ser poderosa como la vida

 

Ocean Colour Scene se balancean sobre lo que queda del alma de ella, asfixiada por el ansia de no perderle en la noche

 

hay una montaña detrás de ellos, como si fuera a desmoronarse sobre el escenario, pero a Bono se le escucha perfectamente recordarnos lo necesario de la dignidad por encima de la implacable música de su banda

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