Los adolescentes (y los jóvenes) de hoy
Un personaje de la novela Noche. Sueño. Muerte. Las estrellas, de Joyce Carol Oates, una de las hijas de la protagonista, Lorene, profesora ella e incluso directora de un centro educativo relativamente importante, cree que es mejor aceptar que, salvo contadas excepciones, la generación de sus alumnos (los adolescentes y los más jóvenes de las primeras décadas del siglo XXI) es “una generación infausta; tienen los lóbulos frontales fritos de los videojuegos, los móviles, la tele y la satisfacción sexual inmediata. No tienen ningún sentido histórico y, por tanto, tampoco pueden tener ninguna visión de futuro. Equipados con ordenadores de última generación, nunca tienen la necesidad de pensar por sí mismos; datos y bulos al alcance de las yemas de los dedos, de forma gratuita y, por ende, de poco valor. Equipados con calculadoras para no tener que sumar nunca una columna de números, multiplicar o dividir. Son volátiles, impresionables. Tienen la parca memoria de una mosca de la fruta”.
¿Cuál es tu opinión? ¿Es sólo la osada opinión de un
personaje literario (especialmente odioso, por cierto) facultado sobre el
asunto?
Solamente puedo opinar sobre los jóvenes que yo
conozco, gente poco impresionable, tampoco volátil, capaz de pensar por sí
misma…
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