Madness
Londres, siglo XX, Madness siglo XXI, mi corazón.
La sonrisa de un niño, la de mi primer hijo,
cantarle una canción de Madness cuando le seco después de su baño y subirle
hasta la luna donde están los bafles…
En 1977, el punk ha negado con su brutalidad cargada de rock que la música pop estuviera vestida todavía de sus oropeles originales. La música pop estaba en realidad desnuda y la mejor forma de recuperarla para muchos músicos jóvenes removidos por los alaridos punks fue regresar al estilo jovial, lúdico, de las canciones que encendieron el universo humano a mediados de la década de 1960. Sobrepasando lo que de nostalgia pareciera tener en sus comienzos, ese ser un renacimiento del pop más puro, menos atado al rock como arte en convulsión, la new wave es en realidad el trampolín de un nuevo elenco de bandas, de artistas musicales que habrán de perdurar a menudo durante muchos años. Nombres británicos (sin olvidar a la efervescente música pub rock que en las islas anticipó la new wave: Dave Edmunds, Nick Lowe, Graham Parker, Doctor Feelgood…): Elvis Costello, The Pretenders, The Police, The Jam, The Specials, Madness, Dexys Midnight Runners, XTC, Squeeze…
Locura de loco, bendita locura, cabal locura, meditada, correcta, breve y afanosa, sabia, la locura de un dios, locuras harapientas, azules, yo pertenezco a la locura, a la transparente locura de Madness…
Locura
No hay mejor libro de autoayuda que aquél ardiendo en tu interior,
aquel estrépito de geométrica belleza donde olvidaste todo el lodo de los
muertos,
toda la maraña inútil del trauma violeta;
nunca podrás leer nada mejor que aquello que refulge en la mirada
de quien te ama;
nada derrota a la inquietud, sólo la eternidad del verdadero silencio:
no hay mejor remedio contra la locura que escucharla en las canciones,
dejarla desvanecerse en unos versos.
Sólo sobreviven los vivos.
alocada en tu local lacado
lacra de locuaz lincado
lacaniana con tu licra
con tu licor y tu leika
locura de locutora loca
lo que tienes que hacer
es licuar tu lucidez
en líquenes locuaces
o reinar en las tinieblas
Nuestra casa, la de la dicha, la de la diversión, la de ir vestidos con pantalones que nos vienen grandes, a punto de un paro cardiaco, mi vida, mi chica, nada de días grises, mañana será nada más y nada menos que otro día, ni vergüenza ni nada, celebremos todo con una canción sobre las alas de una paloma, DEMOS OTRO PASO HACIA ADELANTE, siempre será mejor cada día, porque lo nuestro no debe ser… ES AMOR.
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