La espléndida música de Fetén Fetén: saber, querer y poder
Si hay un grupo musical español que me haya encandilado en los últimos años, especialmente este 2021, ese es Fetén Fetén. Leo en su web que…
“Fetén Fetén es
mucho más que el proyecto musical de Jorge Arribas y Diego Galaz, es el
lenguaje del alma hecho armonía. Sus primeros compases se escuchan en 2009, y
nacen de la necesidad de estos músicos burgaleses de poner banda sonora a sus
influencias y recuerdos”.
Los reyes musicales del saber, querer y poder. Conocimiento técnico y deseo
de jugar para entretener artísticamente. Música popular en el sentido completo
y complejo de la expresión. Los dos coincidieron en la banda musical La Musgaña
y, a partir de 2009… Fetén Fetén. La versatilidad amable.
El burgalés Diego Galaz (director artístico y creador del muy distinguible Festival
de Intérpretes e Instrumentos Insólitos de Burgos) toca el violín, el violín
trompeta, el phonoviolín, el serrucho, la mandolina, “gaviotas y… vacas”, y fue
violinista de la orquesta de Nacho Mastretta. Es además profesor musical.
El otro componente de Fetén Fetén, el vallisoletano Jorge Arribas (que
formó parte de Celtas Cortos) toca el acordeón, “la flauta silla de camping, el
ala de buitre, basuri, recogeval, gaita bos de vino, castañuelas y… cencerro”.
Sic y resic. Cantar cantan poco. Ya cantan otros por (y para) ellos. Cuando se
canta en sus discos, me quiero referir.
Su música, lo explican ellos mismos, “es una lectura contemporánea de la
música tradicional y de la música popular de baile”, géneros estos que los
inspiran y que ellos “homenajean utilizando la imaginación y la creatividad
como banderas”.
Música de baile tradicional, anterior al rock, al soul…: fox-trot, vals,
chotis, seguidillas o habaneras. Desde la península Ibérica hasta Canadá, Japón
o Argentina, pasando por Italia, el Magreb o Nueva York. Desde las raíces
musicales hasta la renovación de lo básico, sin zarandajas tecnológicas.
Sus dos primeros álbumes los financiaron mediante micromecenazgo: de 2011
es su debut homónimo y de 2014 Bailables, ambos producidos por ellos
mismos, como el de 2016, Cantables, este ya cantado. Cantado por otros: Fito
Cabrales, Pedro Guerra, Rozalén, Jorge Drexler, Julieta Venegas, Kevin Johansen
o Natalia Lafourcade…
En 2018 ve la luz su Melodías de Ultramar, producido por Carlos
Raya, en el “que nos proponen acompañarles en los viajes que han realizado por
los mares y océanos que unen cada uno de los lugares visitados, y en los que se
han nutrido de diferentes ritmos y estilos musicales, reinventando la manera de
entender la música popular”. En esta ocasión, hay dos canciones cantadas, una
por Carmen París y otra por Javier Ruibal.
En el Segundo Año de la Gran Pandemia, 2021, publican su quinto elepé, esta
vez contando con la colaboración del compositor y productor argentino Sebastián
Schon, titulado… Cantables II, en el que repiten Fito Cabrales, Rozalén
y Kevin Johansen, y en el que también ponen su voz, entre otros y otras, Nina
de Juan (Morgan), DePedro, Guitarricadelafuente, Bunbury, Coque Malla, Ismael
Serrano o David Ruiz (La Maravillosa Orquesta del Alcohol). Un disco
conmovedor, si no lo eran ya los anteriores. Que lo eran.
El periodista musical español Fernando Neira ha dicho de Fetén Fetén cosas
como estas:
“Jorge Arribas
y Diego Galaz son dos músicos que hacen fácil lo muy difícil. Tocan y escriben
como el que silba, como quien hunde las manos en los bolsillos y emprende un
paseo por el muelle o el filo de la arena. Son naturales, espontáneos,
atemporales de una manera que produce pasmo y envidia: componen un repertorio
que late y se eleva con tanta sencillez que lo imaginaríamos fruto de arduas
investigaciones etnográficas para desempolvar joyas agazapadas durante
centurias”.
Y de la segunda entrega de Cantables: “todo es ahora más y mejor, en
lo cuantitativo y en el alcance de un repertorio sencillamente encantador”.
Apunta Neira, y creo que no le falta razón, que todas las canciones de este
elepé “son redondas, encantadoras, entrañables, tarareables, rematadamiente
bien hechas y construidas”. Es verdad, Fernando, estos tipos “son de lo que no
hay”. Merecen la categoría de especial protección, sí.
Como explica la Real Academia Española, algo fetén es algo bueno, estupendo, excelente, algo a menudo sincero, auténtico, verdadero, evidente. Doblemente bueno, doblemente auténtico: Fetén Fetén.
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