Villagers cantan Circles in the firing line
El grupo musical irlandés Villagers se formó poco antes de que acabara la primera década de este siglo, de este milenio. Mis hijos eran pequeños, pero yo no lo sabía. Que eran pequeños ellos sí, que existía esta banda de (la que dicen que hace) indie folk (¿) es lo que no sabía.
Villagers están liderados por Conor J. O'Brien (que lleva, claro, la voz
cantante, y además de componer todas las canciones toca la guitarra) y el único
miembro que con él sigue en el grupo es el bajista Danny Snow. Se puede decir
que Villagers es/son Conor J. O'Brien. No sólo el conjunto de Conor J. O'Brien.
Dice el crítico musical español Fernando Neira que “deberíamos empezar a
considerar la música de Conor O’Brien como uno de los grandes patrimonios
inmateriales en lo que llevamos del ya no tan nuevo siglo”.
El caso es que de un tiempo a esta parte me molan Villagers, aunque los he conocido hace relativamente poco: en 2018, cocho años después de su primer álbum (el ya muy aclamado Becoming a Jackal) me fascinaron con su elepé The art of pretending to swim, uno de los mejores de entonces. Este año 2021 han sacado su sexto disco de larga duración, una pasada que titulan Fever dreams. En él suena como esas pequeñas majestuosidades que a veces tocan la canción Circles in the firing line, para mí una de las más grandes de este Segundo Año de la Gran Pandemia. Seis minutos y treinta y tres segundos de deliciosa música pop contemporánea.
“Un tema
majestuoso y bello que va creciendo y desdoblándose hasta desembocar en una
broma final de medio minuto en clave de punk”.
Fernando Neira
Otra tarde soleada, lo que dicen los estimulantes es verdad,
la vida eterna se esconde para siempre dentro de ti:
pero estamos haciendo círculos en la línea de fuego
(círculos en la línea de fuego).
Así que llegaremos a eso en otro momento,
por ahora, esperaremos perpetuar toda la ira y el odio.
Conor Joseph Patrick O'Brien
El arte de los sueños febriles mientras fingimos que nadamos y el final de
los círculos en la línea de fuego nos envuelve como si la guitarra de Conor y
las voces de la banda quisieran retrasar algún fracaso: hay que prestar mucha
atención a Villagers (a Conor Joseph Patrick O'Brien). En este tipo de cosas
nos va la vida.
[Otra maravilla de Fever dreams es la canción So simpatico
(hay más)]
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