Small Axe: Steve McQueen y el maltrato racial


Small Axe
es una serie de televisión compuesta por cinco entregas (en realidad son cinco películas, cinco largometrajes, se podría decir), cuyo eje narrativo es el racismo que la comunidad negra londinense sufrió durante las décadas de 1960, 70 e incluso 80. Es una obra de un cineasta especial, Steve McQueen (no confundir con el actor fallecido, con quien nada tiene que ver). Un esfuerzo creativo que tuvo lugar en 2020 y que cuenta con una acogida crítica considerablemente favorable. No me extraña. Aunque a mí no me gustaran sus más de cinco horas ni poco ni mucho. Admito, no obstante, que la culpa no puede ser de alguien que no parece darme gato por liebre, filfa por arte. La culpa no es de McQueen, que es mía. Seguramente.

El director de fotografía de los cinco filmes/capítulos es Shabier Kirchner y el primero de esos episodios/película es Mangrove (coescrito por McQueen con Alastair Siddons): reguleras, un tanto incomprensible en sus dos horas (que se me hicieron) largas, no porque su argumento resulte incomprensible sino porque no se entiende que esté ocurriendo lo que ocurre, habiendo, además, tenido lugar realmente.

Si bien, para Luis Martínez (crítico cinematográfico de El Mundo), en él hay unas "interpretaciones memorables”, y se trata de “un torbellino de dos horas que es, sobre todo y desde cualquier punto de vista, resistencia”, estaríamos pues ante “cine pasional vivido a voz en grito con la cámara en la punta del alma”. Y no digo yo que no.


Lovers Rock
, el segundo capítulo/film, que McQueen escribiera con Courttia Newland, es (para mí) infumable, un vídeo clip lisérgico, idiota (y largo: casi setenta minutos). Pero para Martínez "Lovers Rock es la mejor de las películas” de la serie, “todo en ella es riesgo, fiebre y claridad” (¿Claridad?). Creo que exagera muchísimo cuando además añade que “sólo este episodio justifica absolutamente todo. Pura euforia. La de verdad”. En fin.

Red, White and Blue (Courttia Newland vuelve a escribir el guio junto con McQueen), la tercera (con sus cabales ochenta minutos), es para mí la mejor, y de ella Luis Martínez escribe que es "la más ortodoxa, por su puesta en escena dura y seca” y considera que “de las entregas es también en la que mejor se reconoce la firma de su director: brutal, violento y extremadamente convincente”. Pudiera ser.


Alex Wheatle, la cuarta de estas películas, coescrita entre el creador de la serie y Alastair Siddons, es un biopic de una hora de duración algo soporífero sobre alguien soporífero. Pero para el crítico de El Mundo, en ella, "McQueen se arriesga a convertirse en lo que nunca es: convencional”. Pudiera ser. Añade Martínez: “la cinta, como la vida que cuenta, tiene mucho de lección moral, pero siempre se sabe muy consciente de que lo que se ve es una excepción”.

El quinto y último de estos films/episodios es Education, donde, por medio de otro guion Siddons-McQueen, se apuntan a lo largo de sus sesenta minutos maneras morales, educativas, pero…

"Para el final, la emoción”, escribe de Education Martínez, según el cual “no es la pieza de las cinco más pulida, pero sí la más tumultuosa, voraz, imprescindible quizá. Más que sólo brillante, el cierre de Small Axe raya la más imperfecta y gloriosa de las perfecciones”

Insisto, Steve McQueen no me parece un engañabobos, un mindundi sabihondo, pero estas cinco películas, este conjunto cinematográfico para formatos televisivos me ha desconcertado más que sorprendido, me ha dejado muchas veces perplejo desde su austera manera de arte difícil y furiosamente humano. Eso sí, la comunidad negra británica tiene que estarle muy agradecido, al sacar a la luz la tortura indecente que ha sido vivir rodeada tanto tiempo de blancos británicos, de policías blancos británicos, de jueces blancos británicos, de un puñado considerable de personas que no les han querido ver como seres humanos. (Las dictaduras estaban en otros sitios.)

“Aquel que ignora su pasado no encontrará su futuro nunca”. Ya lo dice uno de los protagonistas de la serie.

Por cierto, el título de esta serie (en cuyos capítulos prácticamente siempre la música de la población negra en Gran Bretaña ocupa un lugar primordial) alude a la frase de una canción de 1973, Small axe (‘Hacha pequeña’), de Bob Marley, una frase que dice:

 

"If you are the big tree, let me tell you that

We are the small axe, sharp and ready ".

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