Aziz Ansari y Master of none: dime cómo te ríes y te diré de qué careces

He disfrutado serenamente de la banalidad genial de una serie de televisión llamada Master of none (‘Maestro de nada’). Estrenada en 2015 su primera temporada y dos años después la segunda, esta serie estadounidense creada por Aziz Ansari (protagonista, como tal se alzó en 2017 con el Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia, coguionista y director de algunos de sus capítulos) y Alan Yang (el otro guionista), con una hermosísima fotografía de Mark Schwartzbard, consta (hasta ahora, aunque no parece que vaya a alargarse, desgraciadamente) de veinte capítulos de unos 25 minutos (algunos, muy pocos, los últimos, de casi una hora) cada uno.

Preocupada por la corrección política pero sin lo enfermizo de los talibanes de las identidades y demás zarandajas que hacen que abrir la boca o escribir se esté convirtiendo en operaciones de alto riesgo, en Master of none nos divertimos riéndonos con el humor natural de sus actores y guionistas pero también sufrimos por las románticas, contradictorias, reales relaciones amorosas de su protagonista. Porque podríamos decir de la serie de Ansari (y Yang) que es una comedia romántica, que es una romántica comedia en la que las referencias cinéfilas, seriéfilas, y la música que escuchan sus personajes juegan a ser tan protagonistas como ellos.

Son quinientos minutos, más o menos, de puro gozo sencillo que requieren eso sí de nosotros una cierta benevolencia con el peculiar sentido del humor que se gasta, capaz de encandilar si no se le busca que sea el humor capaz además de explicar el mundo.

¡Alora!