Pensando históricamente (toma doce)
Nada pasa porque sí, pero tampoco nada ocurre porque
no haya otra forma de que ocurriera.
En el pasado se consume buena parte del futuro.
El esfuerzo de los historiadores es incesante.
Incesante. Como el tiempo. Como el pasado. Es una tarea de héroes. Y tan
campantes. Por otra parte, al final el pasado no es para tanto: míranos a
nosotros, con ese resplandor inagotable que viene de donde viene y va hacia
donde ya sabemos. Al final, el pasado nunca nos atrapa. Al final, es una
quimera cifrada donde siempre aparece algo que nos es ajeno y algo que nos es
propio. Vamos hacia él y venimos incólumes. Más sabios. Mejores. No aliviaremos
nunca al pasado. Ni falta que nos hace. Ni a nosotros, ni al pasado. Tenemos
todo el pasado por delante.
Frente a los analistas políticos (sobre todos los
amateurs de las redes sociales), prefiero a los ventajistas, es decir, a los
historiadores. Sólo hay que darnos tiempo.
Es curioso que QUIENES blanquean la memoria a base
de deseo acusen de blanquear el pasado a QUIENES vamos a comprenderlo, no a
juzgarlo y someterlo.
“Y luego estamos los historiadores para hacer la realidad
más compleja aún, huyendo de simplicidades, introduciendo matices, descartando
las generalizaciones, tratando de explicar que los fenómenos no se repiten
nunca aunque lo parezca, que lo obvio no suele serlo tanto, que es necesario
actual con el pincel y no con la brocha gorda para tratar de explicar esa
complejidad de la que huyen los idiotas, los que solo buscan certezas
incuestionables, dogmas con el peso suficiente a los que agarrarse para
arrojárselo con fuerza y determinación a la cabeza de su oponente político”. José
Antonio Pérez Pérez
El pasado trata de engañarnos, pero
siempre damos con él.
¿UN LEMA PARA HISTORIADORES?
“Vayamos a buscar lo que no encontraremos”. Semejante
frase, de autor anónimo, del siglo XIII, pertenece a uno de los ciclos de las
leyendas artúricas o arturianas (también conocidas bajo el marbete de Materia de Bretaña o Mito artúrico), al denominado ‘La Búsqueda del Santo Grial’. Y muy bien podría ser usada como exhortación
del oficio de quienes escribimos Historia.
Vayamos.
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.