Lo que más me gustó del año 2021

El Segundo Año de la Gran Pandemia ha sido/fue el de mi boda con Marga y el del nacimiento de nuestra nieta ERIS.

También el de la muerte de nuestras perras Tara y Panki.

Como Marga, que escribe mucho mejor que yo, y (desgraciadamente para vosotros) mucho menos, ya ha publicado su resumen del año, me limito a destacar los discos, los libros y las pelis y las series que más me gustaron a mí de cuantos escuché, leí y vi en 2021. Voy…


La fabulosa novela de Luis Landero El huerto de Emerson, la serie The Mandalorian, el libro de Ted Gioia La música. Una historia subversiva, las películas Adú, La llegada (Arrival es su título original), Being Ricardos y Wind River, la séptima novela del escritor español Juan Tallón (Rewind).

También la divertida y peculiar peli estadounidense Palm Springs o la mexicana Ya no estoy aquí, la segunda temporada de la serie española Hierro o las películas asimismo españolas Explota Explota y La boda de Rosa.

Más maravillas: el cómic Ardalén de Miguelanxo Prado, el primer tomo de una trilogía coordinada por el historiador José Antonio Pérez Pérez Historia y memoria del terrorismo en el País Vasco (1968-1981), la película francesa de animación titulada Josep, el angustioso largometraje español No matarás, la novela Miss Marte de Manuel Jabois y la extraordinaria serie británica It’s a sin. 

Existen libros maravillosos en los que sentimos las respiraciones humanas y eludimos el sentido de la vida: es el caso de la segunda novela escrita por la estadounidense Jesmyn Ward, Quedan los huesos, publicada en 2011 y traducida espléndidamente al español dos años después por Celia Montolío.


Algunos discos grandiosos del año 2021 fueron Half drunk under a full moon, de The Fratellis; Monsters, de Tom Odell; The future, de Nathaniel Rateliff & The Night Sweats; Chemtrails over the country club, de Lana Del Rey; Surface sounds, de Kaleo; Jump for joy, de Gary Louris; We are, de Jon Batiste; y Fever dreams, de Villagers. Esos han sido los mejores elepés para mi gusto. También El madrileño de C. Tangana y From dreams to dust de The Felice Brothers.

Otros libros, filmes o series que me encandilaron en ese Segundo Año de la Gran Pandemia: las pelis españolas Sentimental, del gran Cesc Gay, Operación Camarón, de Carlos Therón, y Un mundo normal, dirigida por Achero Mañas; las dos espléndidas primeras temporadas de la serie británica de televisión Derry Girls, la novela Pájaros en un cielo de estaño del escritor español Antonio Tocornal; una peli de Pixar de esas molonas, la titulada Luca, la quinta novela del grandioso escritor británico Ian McEwan (Los perros negros, de 1992) y la primera (Jardín de cemento, 1978); la magnífica serie estadounidense Mare of Easttown (con una imponente Kate Winslet). Como decían que El regate, del escritor brasileño Sérgio Rodrigues (publicada en 2013 y, un año después, traducida al español), es probablemente la mejor novela escrita jamás sobre fútbol, la leí… y me encantó.

Más discos excelentes del 2021: de Ryan Adams Big colors, de Israel Nash Topaz, de Matt Maltese Good morning it’s now tomorrow, de Brinsley Schwarz Tangledk, de James Yorkston The wide, wide river, de Cheap Trick In another world o el álbum Autoficción, de los españoles Exfan.


La gran escritora estadounidense Louise Erdrich es autora de numerosas novelas y de varios libros de poemas, también de relatos. En 2012 publicó su novela The Round House, traducida como La casa redonda al año siguiente al español por Susana de la Higuera Glynne-Jones, y cuya lectura me ha causado un enorme impacto. No conocía a Erdrich: desde ahora la tengo por una de las más destacadas escritoras vivas.

La película australiana El poder del perro (The power of the dog) fue estrenada en 2021, y sus poco más de dos horas muy cabales son un brillante western intimista, de una gran calidad cinematográfica construido con una inmensa capacidad de evocar desde el alma helada de unos personajes muy cuajados de arte, todo ello dirigido por la neozelandesa Jane Campion, autora del guion que acomoda al lenguaje fílmico la novela de Savage.

Cuando lees una obra maestra del arte literario, cuando acabas de leerla, tienes una sensación, yo la tengo, de haber asistido a una maravilla humana portentosa difícil de explicar… Hasta que las palabras vuelven a ti, esas palabras que durante un largo instante de lectura ensimismada, de pura adoración, te habían sido arrebatadas por el genio de un escritor, del escritor de esa obra de arte. Es lo que me ocurrió al leer la segunda novela del escritor estadounidense Jeffrey Eugenides, Middlesex, publicada en 2002 (y espléndidamente traducida al español tres años más tarde por Benito Gómez Ibáñez). Pura fascinación.

Los 180 minutos de la tercera entrega de la excelente serie estadounidense El método Kominsky están también entre lo que más disfruté en 2021. Como las series españolas Supernormal y Maricón perdido o la novela de mi compatriota la escritora Sara Mesa que lleva por título Un amor. La segunda temporada de la serie española Vida perfecta, creada por Leticia Dolera, es excelente. Y el poemario de Manuel Vilas Roma también.

Siluetas y sombras. David Bowie, el libro de Juan J. Vicedo, es una caja llena de música, la música literaria de los ensayos escritos con arte, pasión y sabiduría amable.

Otros discos brillantes publicados en el año 2021 son: Sharecropper's son de Robert Finley, Blue banisters de Lana Del Rey (sí tiene dos la estadounidense, dos), As the love continues de Mogwai, The future bites de Steven Wilson, o los elepés españoles de Yo Ciervo (La Guerra de la Independencia, vol. 1), Lavanda (Llinatge del desig), Fetén Fetén (Cantables II), Alexanderplatz (Parques nacionales españoles) y Luw (Viatge a la Immensitat).

Además, los álbumes OK human de Weezer, New fragility de Clap Your Hands Say Yeah, Sand de Balthazar, Atoms and energy de Daniel Wylie's Cosmic Rough Riders, Seeking new gods de Gruff Rhys, Lindsey Buckingham y su álbum homónimo, Ifi can’t have love, i want power de Halsey.

La octava novela del gran escritor británico Nick Hornby es otra maravilla literaria hecha a base de personas, de seres humanos: mujeres, hombres, chavales, adolescentes, jóvenes, adultos y adultas… HUMANOS. Just like you fue originariamente publicada en 2020, y un año más tarde la tradujo al español (brillantemente) Mauricio Bach con el título Alguien como tú.

Más, más, más… En ese 2021 lo pasé fenomenalmente con otra serie española, una pequeña obra cómica maestra, El fin de la comedia (Ignatius Farray es el principal eslabón en la cadena portentosa que es esta maravillita), que se estrenó en 2014 y tres años más tarde se pudo ver su segunda y hasta ahora última temporada. Leí el interesantísimo ensayo de Simon Critchley titulado En qué pensamos cuando pensamos en fútbol y las novela Revancha de Kiko Amat, Expo 58 (la décima novela del escritor británico Jonathan Coe, publicada en 2013) y El amigo de Sigrid Nunez. Disfruté las dos primeras temporadas de la brillantísima serie británica Ted Lasso, la portentosamente sencilla serie también británica Condena, la estadounidense The White Lotus y las españolas La Fortuna (dirigida por Alejandro Amenábar) y (la divertida) Sin novedad. Me gustó bastante la película danesa Otra ronda (titulada originalmente Druk), estrenada en el año 2020, magníficamente interpretada por un brillante Mads Mikkelsen. El historiador español Gaizka Fernández Soldevilla publicó en ese 2021 una obra imprescindible para conocer la actividad terrorista en España: El terrorismo en España: de ETA al Dáesh. De 2010 es Winter's bone, una película estadounidense dirigida por Debra Granik, en la que brilla por encima de todo la descomunal interpretación de su protagonista, una magnífica y conmovedora Jennifer Lawrence. Y de 2007 la película irlandesa Once (‘Una vez’), escrita y dirigida por John Carney, cuya esencia está en la música de sus dos protagonistas, Glen Hansard y Markéta Irglová.

La tercera novela de la escritora británica Penelope Fitzgerald fue publicada en 1979. Traducida al español por vez primera en 2000, la edición que acabo de leer es la de 2018, vertida a mi lengua, con el título de A la deriva. Leerla supone adentrarse en el intrincado mundo de las personas que, en ocasiones, se posan afanosas o indulgentes sobre las páginas de las escritoras o los escritores dotados del alma genuina de la literatura.


La serie estadounidense The Good Fight se estrenó en 2017 y, salvo la dificultosa cuarta temporada, rodada en lo más crudo de la Gran Pandemia, suele constar cada campaña de diez capítulos de en torno a una hora de duración (aquella cuarta se quedó en 7 y la segunda llegó hasta los 13). Está prevista una sexta temporada, y la quinta, estrenada en este Segundo Año de la Gran Pandemia (2021), la gocé, plena de la brillantez habitual en esta maravilla cinematográfica para la televisión.

En verano leí la segunda y la tercera novela de la llamada Trilogía de la frontera, escrita por Cormac McCarthy: En la frontera (The Crossing, aparecida en 1994) y Ciudades de la llanura (Cities of the Plain, editada en 1998). Una obra maestra cada una de ellas. Una deslumbrante obra de arte todas ellas en su conjunto infinito.

Vi maravillado en ese Segundo Año de la Gran Pandemia dos películas majestuosas de la cineasta china Chloé Zhao: Nomadland (de 2020) y The rider (de 2017).

¡Cómo y cuánto me gustó leer la primera novela de la española Andrea Abreu, Panza de burro, publicada en 2020!

Otra novela excelente: Los recuerdos del porvenir es la primera novela de la escritora mexicana Elena Garro: apareció publicada en 1963 pero fue escrita once años antes. Y un poemario (que he de leer completo) maravilloso es sin duda la Antología poética de Francisco Brines que preparara, en 2018, el también poeta, además de crítico literario, Ángel Rupérez.


Los siguientes álbumes musicales tampoco estaban nada mal, de hecho eran muy buenos, casi como los que ya han aparecido aquí: Last Days of April y su Even the good days are bad, Wild Fitz con su elepé Bullfighter, Bobby Gillespie & Jehnny Beth y Utopian ashes, The Go! Team y Get up sequences part one, el español Teo Cardalda con Claves líricas. Nueve poemas musicalizados de Don Ramón María del Valle-Inclán. Y, por último, Molly Burch y Romantic images, el grandioso Caetano Veloso y su Meu coco, la impresionante Brandi Carlile con In this silent days, Curtis Harding y If words were flowers, Strand of Oaks y In heaven, el eterno Robert Plant y Alison Krauss con su nueva joya Raise the roof y los imprescindibles My Morning Jacket con su longplay homónimo.

Poeta chileno es la quinta novela del escritor chileno Alejandro Zambra, merecedora en 2021, un año después de su publicación, del Premio Academia (a la mejor obra literaria publicada en su país). Poeta chileno es quizás la mejor novela que he leído en muchos años. ¿Puedo borrar la palabra quizás?


Eso lo escribí antes de leer la fenomenal Encrucijadas, la sexta novela del estadounidense Jonathan Franzen, aparecida al final de ese Segundo Año de la Gran Pandemia.

Acabó el año y no pude ver completa una serie, la excelente comedia española Venga Juan, con un inconmensurable Javier Cámara. Cuando acabe 2022, seguro que habrá estado entre lo mejor. Las dos entregas anteriores (Vota Juan y Vamos Juan) fueron buenísimas también.

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