A mi padre
[A MI PADRE, nacido en marzo del 34 del milnovecientos
y muerto en junio
del 20 del dosmil]
El eco dentro de
una caracola
me habla con las
palabras de mi padre,
hoy como cuando
el niño era yo,
es mi sangre la
que susurra latidos,
esos latidos míos
amansados
de humanidad y
querencia
en todo lo que él
calló
para que yo
aprendiera
también del
silencio,
un eco donde
permanecen
los únicos
consejos que quiso darme:
enciende la luz
cuando no la haya,
apágala siempre
que te vayas,
no necesitas ir a
ninguna misa,
olvídate de
correr cuando haya prisa.
Un eco para no
olvidarme
de dónde vengo ni
de quién pude haber sido.
Nada pudimos decirte ninguno
-Ni tu hija pequeña
Ni mi hermano ni yo-
Cuando te estabas muriendo.
Ni tu mujer, la jabata de Suances
Que ayer creyó saber que ya estás
muerto,
Ni siquiera ella y su grieta en la
memoria,
Ella menos aún,
Nada pudimos decirte a ti
Cuando te estabas muriendo.
No pudimos darte Fe de Vida
Ni sumergirte en los buenos tiempos
Aquéllos en los que cantábamos
juntos,
Aquéllos en los que le dabas tan
bien al balón
Que para mi infancia feliz todo eran
goles.
Las Autoridades Sanitarias
Sólo nos permitieron entrar a
asustarte
Disfrazándonos de Alienígenas
Chiflados
Mientras te dejaban poco a poco
Solo con la muerte
A ti, que nos enseñaste educadamente
A no hacerle mal a nadie,
A no dejarle a la vida que pase del
todo
De largo,
A atarla en corto
Y a mirar a las estrellas únicamente
Cuando es de noche.
Te decíamos Papá,
A ti, padre, que ahora estás muerto.
¿Qué vamos a hacer ahora
Sin ti, papá?
Esperaremos el consuelo de ese dios
esquivo que tal vez acabemos por necesitar.
Ahora que los muertos no se
amontonan
en las cunetas de los hospitales
víricos,
me atrevo a reanudar este acto
infecto
al que los dueños de los versos
odian
enfurruñados desde sus marfileñas,
beodas,
satánicas, majestades:
ahora que ya vi en su muerte a mi
padre
y que ha ido desapareciendo en mí
el absoluto respeto por la desdicha…
aunque el miedo al miedo no se me
quita,
no puedo, no puede.
Ahora que el rey ha muerto y ya no
es el rey puesto,
que el rey vivo tiene los días
contados,
que nada volverá a ser como Antes,
ni Antes volverá a ser ya nada,
ahora que el ahora es más ahora que
nunca,
me permito a mí mismo destaparme la
boca,
encontrarme en el laberinto español,
descerrajarle un tiro al pasado,
regañarle con dientes de oro al
futuro
y hablarle de tú a yo al presente
para decirle que dentro de mí
se ha quedado hasta mi muerte
lo que permanecía de mi padre en el
mundo.
“Cuando mueres, todo cuanto queda son los recuerdos que creaste en la vida
de los demás.”
Wong Kar-Wai, Lawrence Block: My Blueberry Nights (película dirigida
en 2007 por Wong Kar-Wai)
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